Bilbao. Algunos de los mejores riders del mundo se dieron cita ayer debajo del Puente Euskalduna para batirse por la txapela del primer Campeonato Open Slackline Bilbao. Maniobras espectaculares se alternaron con momentos de gran tensión sobre la cuerda elástica de 16 metros, que se convirtió en el particular campo de batalla de esta competición. El estadounidense Felix Carreiras, número tres del ranking mundial y el gran favorito del día, se llevó el gato al agua en una final en la que fue muy superior al alemán Benni Schmith.
No cabía un alfiler ayer en el recinto preparado para dar cabida al Campeonato Open Slackline de Bilbao. Todas las sillas estaban ocupadas y la gente tuvo que observar el espectáculo desde fuera. Una competición en la que los riders se batieron en combates de dos minutos, realizando diferentes maniobras en el aire y sobre la cuerda, y al final los jueces decidían quién era el ganador. Solo podía quedar uno. Vencer o morir.
Los participantes fueron cayendo poco a poco y Felix Carreiras, Lluis Carbonell, Benni Schmith y Gabriel Aglio llegaron a las semifinales. El mallorquín fue la sorpresa del día al colarse entre los mejores sin ser un cabeza de serie. Sin embargo, en el combate por un billete para la final, los nervios le invadieron y, aunque fue de menos a más, varias caídas le penalizaron en exceso. Un regalo que Carreiras no desaprovechó. El rider de origen brasileño no arriesgó y con su estilo sobrio consiguió el pase al choque definitivo.
La segunda semifinal fue mucho más igualada. El serio y calculador Schmith se enfrentó con su némesis, Aglio. El brasileño dio todo un show sobre la cuerda y fuera de ella. Sin parar de bailar en ningún momento. Solo un pequeño detalle podía romper este ajustado combate. Entonces, el alemán dejó a todos boquiabiertos con una maniobra final a la que Gabriel no pudo responder.
Los dos pronósticos se cumplieron y los dos cabezas de serie se citaron para el último combate. Carreiras contra Schmith. Dos riders muy seguros, que ejercen todos sus movimientos con una precisión prácticamente matemática. Seriedad sobre la cuerda y fuera de ella. Unos competidores con un único objetivo en mente: la victoria. Sin embargo, la esperada final pronto se decidió. Benni cometió todos los errores del día en el peor momento posible y el estadounidense sacó a relucir todos sus trucos escondidos para llevarse la txapela del Open Slackline de Bilbao.
Representación vasca Por su parte, Virginia Ovejas, proveniente de la fase previa, no pudo dar la sorpresa y fue eliminada en el combate de primera ronda por el campeón de Portugal, Michael Rebelo. La bilbaina poco pudo hacer ante uno de los mejores riders del mundo.