Santurtzi

Fueron las sardineras quienes, sin saberlo, dieron el nombre a la carrera más popular de Santurtzi. Bajo su conocido cántico, miles de corredores recorren cada año la orilla de la ría para llegar hasta Bilbao exhaustos, pero con el orgullo de haber cruzado la meta. Y ya han sido 25 las veces que el Nervión observa privilegiado el espectáculo protagonizado por los atletas. Desde Santuce a Bilbao celebra hoy su aniversario haciendo un repaso por su historia y mirando, al mismo tiempo, hacia adelante con la seguridad de haberse consolidado en el tiempo y la pretensión de mantenerse en las cifras que maneja desde hace años. No quiere crecer mucho más, si no, dicen sus organizadores, dejarían de mimar al corredor.

Si se pregunta en Santurtzi acerca de quién fue el padre de la carrera, las voces apuntan hacia Boni Teruelo, actual director del Instituto Municipal de Deportes (IMD). En plena reunión, una tarde de 1989, miembros de IMD y del Club de atletismo santurtziarra pensaron en organizar una carrera en Santurtzi. En principio, se hablaba que contase con un circuito cerrado, con salida y llegada en la misma localidad marinera. Pero parecía poco. Entonces, alguien dijo: "Y por qué no hacemos que sea de Santurtzi a Bilbao". Y así fue. "Ese fue el origen", confirma Teruelo, "siempre ligado a la canción popular". Desde el momento que se empezó con la organización "contamos con la colaboración de todos los ayuntamientos por lo que se hacía el recorrido", recuerda el director del IMD, 25 años después. La cifra de los primeros corredores se mantiene grabada como si hubiese sido ayer: 1.800, "que pare ser la primera vez fue una respuesta increíble". Desde Santander, Miranda, Donostia... los atletas de la primera edición llegaron desde distintos puntos atraídos, también, por la camiseta de la competición, creada por la marca Reeebok. "A los corredores les gustó mucho que la camiseta fuese de Reebok, que por aquel entonces era una marca muy puntera", explica Teruelo. Tras abonar las 500 pesetas que costaba la inscripción, Antonio Prieto inauguró el palmarés de la cita deportiva.

Desde esa prueba de fuego han sido muchas las vicisitudes que ha afrontado la carrera. Una de ellas, y quizá la más engorrosa para los participantes, ha sido el cambio de recorrido. Los cambios urbanísticos de Bilbao han modificado la ruta en muchas de las ediciones, alterando también la longitud. La prueba más larga se cifró en 17,200 kilómetros "porque teníamos que evitar cortar el servicio del tranvía en Bilbao, pero ahora nos hemos dado cuenta de que cortarlo tampoco supone una gran alteración", apunta Alfredo Ríos, portavoz de la organización. La carrera de hoy repetirá recorrido; una novedad para los corredores con la que están encantados "porque al fin hemos conseguido una ruta preciosa, que les gusta a todos".

En esta ocasión se esperan a cerca de 3.600 atletas en la salida, lo que supondrá a sus 25 años, el reto de participación. Entre ellos, un 15% estará representado por mujeres, que ahora reciben los mismos premios que los hombres, pero no siempre fue así. En la segunda edición, cuando Jose María Gorordo gobernaba en la capital vizcaína, los organizadores de la carrera recibieron una llamada "del propio alcalde indignado porque la carrera era discriminatoria", recuerda Teruelo. "No se daban los mismo premios a hombres y mujeres y Gorordo decidió que Bilbao pondría la diferencia para igual las cantidades de los premios".

Son muchas las anécdotas que acompañan a esta cita anual. "Una vez, un corredor que iba en silla de ruedas llegó a meta antes que los demás", cuentan los organizadores. "Otro año hubo que cambiar el recorrido el día anterior porque acababa de morir Macua, el diputado General, y habían puesto la capilla al lado de la meta", apuntan haciendo un repaso rápido por la memoria en el que recuerdan a Pedro Torre, un atleta que ha corrido las 24 ediciones y que hoy mismo lucirá el dorsal 25, en homenaje al aniversario.

Las 25 años llegan con la Desde Santurtzi a Bilbao más que consolidada, pero sin intenciones de crecer mucho más en cuanto a participantes. "Podríamos crecer más aún, pero de momento preferimos no hacer caja y dedicar los esfuerzos a que los atletas se sientan mimados y protegidos. Cuando saltas las cifras que manejamos ahora, eso se olvida un poco", explica Ríos. Y eso que no les ha faltado ofertas para dar un salto en la profesionalización de la cita. "Para nosotros esta carrera es algo tan entrañable que nos cuesta mucho dejarlo en manos de firmas que buscan el marketing".

Los vencedores locales de las primeras ediciones han dejado paso a grandes figuras, pero ese nivel es otro de sus pluses. Por ello Santur-tzi se siente orgulloso de su carrera. "Hablar de la Santurce a Bilbao es hablar de deporte pero también de estar en el mapa, de generar dinamismo y de un importante tractor económico a pie de calle", resalta Ricardo Ituarte, alcalde santurtziarra.