bilbao. ¿Cómo le ha sentado la corona de campeón de Europa junior de Superstock (1000c.c.)?
Es la mejor sensación de mi vida. Ha sido un boom que nos ha hecho creérnoslo, tanto al equipo (Hospitality Motobox), como a mí. Ha sido un flechazo para pensar que puedo llegar al Mundial y hacerlo bien. Es el paso anterior paso al Campeonato del Mundo y muy poca gente ha conseguido este título. Es un empujón.
En el Europeo fue 13º de 21 pilotos en la parrilla y 1º de los cuatro juniors, en su tercera carrera con su moto.
Justo al de delante nuestro le descalificaron por llevar la moto de Max Biaggi. Creo que he sido 12º en la general. El salto ha sido impresionante, montarme en la moto, ver la facilidad, la soltura y aparte, más manejabilidad que la 600c.c. (con la que comenzó corriendo el año en el Campeonato de España de Velocidad -CEV-)... Me han salido los tiempos fácil, sin tener experiencia.
¿Ha tenido mucha repercusión?
En Euskadi creo que soy el primero que consigue este título y a la gente que nos apoya le ha dado un empujón para el año que viene meterse de lleno. Luego, a la gente que seguía la evolución le ha parecido bueno, como un proyecto para apostar.
¿Se le ha acercado alguien reconocido del mundo del motociclismo?
Justo coincidí con Herri Torrontegi en una presentación de Gorliz Bike. Estuvimos hablando un rato y me dio consejos técnicos de pilotaje, consejos de cómo llevar una carrera deportiva. Un poco de ayuda, digamos, técnica, que siempre viene bien.
Vive su primer año 'profesional' y todo le ha ido muy rápido: debutó en el CEV en la categoría Copa Superstock 600c.c., luego dio el salto a Stock Extreme (1000c.c.) como piloto privado, donde llegó a ser 2º en Albacete de 14 privados y allí se ha proclamado campeón de Europa.
Aún no me lo creo. Es tremendo. Ha sido todo muy rápido, entrar al CEV, que es el paso previo al Mundial, estar peleándome con los más rápidos y no solo pelearme, sino poder ganar a dos equipos oficiales de Kawasaki ha sido increíble.
El progreso alimenta la esperanza.
Ser campeón de Europa, más que el título ha sido un flechazo de esperanza, ver la posibilidad no solo de llegar al Mundial, sino hacerlo bien.
Esta temporada está siendo un termómetro para ver dónde está usted en la competición, ¿dónde se ve?
Al principio me veía como un piloto inexperto que llegaba para ver quién era y qué hacía; ahora me encuentro en un momento en el que veo que sigo siendo inexperto, pero que puede estar al nivel de los mejores. Con la nueva moto, con el apoyo del equipo y los patrocinadores, vemos que las cosas funcionan y van creciendo.
¿Por qué dio el salto a mitad de año de Superstock (600c.c.) a Stock Extreme (1000c.c.)?
La idea que teníamos en Superstock 600c.c. era ganar el CEV. El equipo, por pilotaje, creía que cumplía los requisitos. Desgraciadamente, al inicio del año tuvimos caídas y graves problemas con la moto que no sabíamos solucionar, pero no por nuestro técnico. Entonces, como en 2014 teníamos pensado dar el salto a Stock Extreme para tratar de ganar el CEV de equipos privados, decidimos ponernos a competir con la 1000c.c., para llegar preparados al 2014.
¿Sabe ya dónde estará en 2014?
Quedan dos carreras del CEV y luego cerraremos acuerdos. Tengo en mente terminar el año y para el próximo, seguir en este equipo, pero buscando hacer más fuerte la estructura. La idea es llevar las prestaciones para depender solo del pilotaje.
¿En la misma categoría?
Sí, la idea es tratar de ganar el Campeonato de España de Stock Extreme de equipos privados y, si se puede, hacer un buen papel en el Europeo.
¿Es consciente de si ha ayudado el título para seguir creciendo?
Mucho, no solo al equipo y a quienes colaboran con nosotros, sino que a mí mismo me ha hecho creérmelo. Si estoy peleando con los mejores de Europa, ¿por qué no me voy a poder pelear con los mejores del mundo?, si al final, lo mejores del mundo son europeos... Entonces, ¿por qué no?
¿Cuántas horas dedica más allá de la pura competición?
El problema grande es la falta de circuitos en Euskadi. Velocidad entreno cuando el equipo me dice: tenemos tal entreno tal día. En lo personal, entreno los fines de semana haciendo motocross, para hacer físico y técnica de derrapaje. Aparte, tres días a la semana hago ejercicio físico.
¿Cuánta gente le rodea ahora mismo en su proyecto?
La persona más importante es el técnico, Sergio Cañas. Es la estrella, quien me gestiona, el que manda; mi padre es una persona importante, porque es mánager del equipo y personal, pero Sergio es la más importante. Luego estoy yo y un fisioterapeuta que me ha apoyado desde el primer día. Además, la mujer de Sergio hace de relaciones públicas, se encarga de lo burocrático.
Estudia Ingeniería Electrónica, Industrial y Automática...
Sí. Yo ya soy piloto y mi sueño sería ser campeón del mundo, y, aparte, ingeniero. La idea es dedicarme a la moto hasta que pueda y luego continuar en el ámbito siendo ingeniero.
Su aspiración es llegar al Mundial.
Es el sueño de cualquiera. Hasta ahora era un sueño y sigue siéndolo, pero se está empezando a dar una posibilidad muy alta.
O sea, ¿lo ve cerca?
Sé que tengo que trabajar mucho, pero creo que esto es solo el comienzo. Es mi primer año profesionalmente hablando y con la edad que tengo es muy posible llegar.
¿Se marca plazos?
No quiero, porque al que escupe al cielo le caerá en la cara, pero la lógica dice que si sigo este progreso podría estar en dos o tres años.
¿Hablado con gente del mundillo?
He hecho migas con pilotos, como Mariñelarena, Poyatos..., gente que incluso ha sido wildcard (invitado) en el Mundial, y veo que es posible. No solo por las ganas; los hechos, este título, ayudan mucho. Quisiera agradecer a Hospitality Motobox, a Sergio y mi padre el trabajo. Sin ellos todo esto sería imposible, y gracias a la Universidad del País Vasco por la facilidad para poder ser deportista de élite e ingeniero.