Dicen que las personas son todo aquello que han vivido, que han sentido, que han padecido. Todo lo que han absorbido de cada circunstancia, todo lo que han compartido con cada uno de los seres que se han cruzado en sus vidas. Así se forja el ser humano, con pedazos de los demás. Efrén Vázquez se ha nutrido de Herri Torrontegi en las dotes del motociclismo, la persona que tendió la mano al piloto de Rekalde para, merced a su reputación, abrir puertas y relanzar su carrera deportiva hasta ascenderla al mejor de los escenarios, el Mundial, el "gran reto" del proyecto que nació en 2007 y que "entonces se podía considerar como un sueño". Una aventura conjunta que se ha prolongado durante cinco años, reavivando el espíritu del motociclismo vasco, que vivía huérfano de pilotos desde que el propio Herri dejara de correr en 1996, dejando para la memoria en esta breve pero intensa aventura el título del Campeonato de España de 125 en 2008, el quinto puesto en el Mundial de 2010 y cuatro podios, como reseñas más destacables de esta singladura conjunta.

Ahora, de cara a 2012, el tándem se descompone. Los caminos se separan por requerimiento laboral. "Exige una plena dedicación que no puedo ofrecer. Con la actual coyuntura económica que atravesamos, me veo obligado a centrarme en mi empresa", explica Herri, que no puede seguir con un pie metido en dos ámbitos profesionales, no sin pena, al igual que la de su pupilo, que deberá afrontar en solitario su futuro. "Logramos estar en el Mundial antes de lo previsto. Y siempre hemos seguido creciendo. Esto ha servido para que Efrén se haya ganado por derecho propio un hueco entre los mejores pilotos. Alcanzado este punto, considero que está capacitado para volar solo y llevar las riendas de su propia carrera", añade el todavía mánager.

De modo que llegó la hora de que Efrén eche a volar solo. No sin antes deshacerse en elogios hacia la persona que le colocó en el Mundial de 125, que le regaló el sueño de ser profesional de las motos. "Ha tenido un apoyo incalculable. Herri ha sido la persona que me ha ayudado a relanzar mi carrera. Me ha transmitido innumerables conocimientos y esas experiencias me deben servir para seguir creciendo. Él siempre estará detrás de todo lo que pueda conseguir en el futuro", agradece el piloto de Rekalde, que seguirá teniendo a su mentor, soporte intangible, a través de la línea telefónica. De esta manera, no será una brusca ausencia la de Herri, pues, ante todo, guardan amistad, respeto y admiración.

Si bien, Torrontegi antes de dejar su papel, su trascendente rol en el motociclismo vasco, clave para de nuevo abrir las puertas de la élite, cumplirá un último deseo: "Las próximas semanas serán claves para definir el futuro inmediato de todos los pilotos. Por eso mis últimas tareas irán encaminadas a ayudar e Efrén a encontrar la mejor opción deportiva posible y tratar de culminar con éxito las gestiones relativas a los patrocinios para el año que viene". Para ello, se presentan por delante cinco relevantes pruebas (Aragón, Japón, Australia, Malasia y Valencia) que pueden decidir el devenir del piloto bilbaino. "Cuanto más arriba terminemos el Campeonato, más opciones habrá", adelanta Herri, que no quiere desviar la atención sobre el asfalto con su noticia.

con el regreso en la mente Tipo de carreras, Torrontegi regresó al motociclismo como mánager en 2007 atendiendo a la llamada de su pasión. Pero también haciendo caso a esa parte educativa y justa con el deporte que es dar lo que uno tuvo. Revertir. Así, Efrén encontró en él su lanzadera particular. Aunque no solo de Efrén se ha preocupado el de Gorliz, sino también ha supervisado a pilotos como Eneko Esteban, Yeray Rodríguez o su propio sobrino Iker Torrontegi. Sabia nueva tras su estela y la del propio Efrén, que ya en su día le cautivó. Pero esto desgasta, aunque Herri no se cierra puertas. Sabe que esa llamada puede regresar. Y él poder volver a sentir la necesidad de responderla.

"Tras casi una década alejado de los circuitos parecía difícil volver a este mundo y, sin embargo, la vida me dio la oporunidad de volver a disfrutar de las carreras. Ahora me toca abrir una nueva etapa profesional, sabiendo que uno nunca se retira para siempre de este mundillo. No sé cuándo ni cómo, pero tengo la sensación de que en el futuro tendré la oportunidad de volver a trabajar en pro del motociclismo vasco. En todo caso, si no es así, por lo menos me quedará la satisfacción de los logros conquistados en estas últimas temporadas", confiesa. Por de pronto, lo que deja, "ha superado todas nuestras previsiones". Marcha tranquilo a sus tareas. Ha cumplido: "Efrén es ahora la referencia más nítida de nuestro motociclismo y es a él a quien se debe respaldar y exigir".