Duración 1h03.44.
Saques 2 de Gorka.
Pelotazos 413
Faltas de saques 1 de Gorka.
Tantos en juego 16 de los colorados (14 de Olaetxea y 2 de Albisu) y 5 azules (3 de Gorka y 2 de Merino).
Errores 9 colorados (3 de Olaetxea y 6 de Albisu) y 6 de azules (3 de Gorka y 3 de Merino).
Marcador 6-0, 6-1, 8-1, 8-2, 9-2, 9-5, 12-5, 12-10, 14-10, 14-13, 16-13, 19-13, 19-15,21-15, 21-16, 22-16.
Incidencias Frontón Beotibar de Tolosa. Lleno. Etxaniz ejerció de botillero de Gorka-Merino y García Ariño de Olaetxea-Albisu
Iruñea. Tenían muy claro en la previa Gorka y Merino lo que tenían que hacer para ganar el encuentro: evitar a Olaetxea. Le veían como la clave y no iban nada desencaminados. El delantero guipuzcoano cogió la responsabilidad del encuentro y fue el gran protagonista de la final, con unos remates de aire excelsos y ayudando a Albisu a aguantar el bombardeo de los dos riojanos, que acabaron desesperados.
Los aficionados no se habían ni sentado en sus asientos cuando Olaetxea ya había dejado clarísimas sus intenciones. Seis tantos seguidos para lograr una ventaja ya desde el principio. El material de la pareja guipuzcoana beneficiaba a que la pelota se quedase en los cuadros delanteros perfecta para que Olaetxea definiese con una suavidad y una eficacia tremendas.
Con el 9-2 en el marcador, Merino comenzó a tomar el mando de las operaciones desde la zona trasera del frontis. Con una pelota que era mucho mejor para sus intereses, fueron enfriando a Olaetxea. Poco a poco, sin prisa y con la táctica muy clara, tanto Gorka como Merino bombardeaban a Albisu sin piedad. Solamente los arranques de clase de Olaetxea impedían a los azules coger definitivamente a los colorados.
Con 14-12, Merino logró un tanto de mérito y puso a su dúo a tan solo un tanto. Con su hermano y Titín en la grada sufriendo como los primeros, parecía que los azules le habían cogido el aire al encuentro, mientras que Albisu sufría el constante asedio de sus rivales.
Pero entonces hubo dos tantos claves. Primero, Olaetxea volvió a definir a la perfección un tanto y luego su zaguero entró de aire desde más lejos del cuatro a una pelota sin aparente peligro para lograr una volea perfecta al ancho que volvía a abrir la brecha y a alejar del sueño a los pelotaris riojanos.
El joven zaguero de Ataun, que había estado sufriendo pero aguantando a buen nivel, se quitó la presión con ese gran tanto y la traspasó a sus rivales. A Gorka se le empezó a notar la ansiedad por definir los tantos lo antes posible, algo que en muchos casos le acabó pasando factura. Y así, como al principio, casi sin darse cuenta, la distancia entre unos y otros había pasado de un tanto (14-13) a seis (19-13). Poco les quedaba a los guipuzcoanos para calarse la txapela y eso les tranquilizó.
Aún tenían algo que decir Gorka y Merino, pero su última intentona quedó abortada cuando al delantero se le cayó una pelota. Un error de Albisu colocó el 21-16 en el marcador, pero estaba claro que los azules necesitaban una buena dosis de moral y de riesgo. Gorka lo tomó en el saque y la pelota acabo por marcharse más allá de la falta. Un final que no emborrona el buen trabajo de los riojanos durante todo el campeonato, merecedores de haber llegado a una final que lucharon pero en la que se encontraron con un buen Albisu, pero, sobre todo, con un excelso Olaetxea.
En el podio final, las caras de los cuatro eran bien distintas, pero si siguen por el camino que mostraron ayer, los cuatro pelotaris no tardarán mucho en entrar en los cuadros de Primera.