bilbao. Inaxio Perurena se cita esta tarde con la historia en el frontón de Asteasu (17.15 horas) con la intención de escribir su nombre en el selecto club de levantadores que un día alcanzaron la barrera de los 300 kilos. A punto de cumplir 26 primaveras, el segundo de la saga de forzudos más conocida de este deporte se enfrenta a un nuevo reto que ronda los límites de la capacidad humana. Una vuelta de tuerca más se antoja cada día más difícil, pero tanto padre como hijo están convencidos de que abrazarán a Josemari Otaegi en el histórico de peso máximo. Este guipuzcoano ya retirado de las plazas, más conocido como Gibitegi, logró levantar en 1993 la mole rectangular 300 kilos.

Para Inaxio, la única ocupación deportiva desde septiembre ha sido la preparación de este intento. Alternando con duras sesiones físicas cada miércoles y sábado, Inaxio se ha encerrado en su garaje con el material que esta tarde exhibirá en Asteasu. Llegar hasta aquí no ha sido fácil. "He adquirido el peso corporal necesario, soy capaz de trabajar con cargas importantes de pesas en los entrenamientos y he levantado piedras importantes", comenta el harrijasotzaile, que por primera vez pisará una plaza sin el asesoramiento de su aita. Iñaki Perurena seguirá las evoluciones desde la grada y a Inaxio le acompañará su hermano Xabier. "Me llegó a contagiar de su nerviosismo y lo que yo necesito en esos momentos es que me transmitan un poco de calma".

Su experiencia con pesos grandes le permite analizar al momento cada una de las situaciones que va viviendo en una plaza. "En cuanto agarras la piedra, en menos de 20 segundos sabes si va a ir de maravilla o va a convertirse en un absoluto desastre. Sé que mañana (por hoy) tengo que dar el 100%y hacerlo todo perfecto; nivelar bien la piedra y que después el juez lo de como válido, claro. No va a ser nada fácil porque con estos pesos ya vamos al límite".

El récord absoluto de la especialidad lo ostenta Mieltxo Saralegi, con 329 kilos en 2001. A continuación aparece su padre, Iñaki Perurena, con los 320 kilos que dejó boquiabierto a medio país en 1994. Gibitegi es el tercero en la lista.