¿Cómo demostrar que eres el mejor?

donostia. En 2003, el campeón italiano quien peleó contra todo pronóstico: abandonó Honda -firma con la que había vencido en los tres últimos Mundiales- para fichar por Yamaha, una marca cuyo mejor resultado esa temporada había sido un simple podio, y sus pilotos habían quedado séptimo y noveno del Mundial.

El italiano quiso desmarcarse de las acusaciones de sus detractores, que achacaban sus victorias a la superioridad inequívoca de su moto, la Honda RC211V de 5 cilindros, con la que se proclamó vencedor del Mundial, a 140 puntos del segundo, Max Biaggi.

la última y la primera La controvertida decisión de Rossi fue objeto de amplias polémicas durante el invierno de 2003 a 2004, y hubo quien le dio por muerto.

Sin embargo, Il Dottore logró la proeza de vencer en su última carrera con la Honda y en la primera que disputó con Yamaha, lo cual provocó que aquellos que le cuestionaban pasaran a admirarle.

No sólo eso. El fenómeno azzurro se impuso en los dos siguientes Campeonatos del Mundo, puñetazo inequívoco en la mesa que zanjó para siempre las habladurías sobre su talento. Obviamente, el campeón italiano utilizó todas las armas que tuvo en su mano para hacer de la Yamaha una moto competitiva, por lo que se llevó a Jeremy Burgess (ingeniero jefe en Honda) a su nuevo equipo, así como a buena parte de los mecánicos e ingenieros que trabajaron desarrollando y afinando la Honda, conocidos como The Boys (Los chicos).

Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para Valentino Rossi en Yamaha, que después de los dos Mundiales en los que venció, tuvo que atravesar otros dos años de sequía hasta el año pasado, en que volvió a vencer. Algo que sólo han conseguido Giacomo Agostini y él.