Hawái, Tenerife y Canadá son algunos de los incendios que están sido nombrados más estos días. En el caso de Hawái, por los pavorosos incendios que ha habido, y en los casos de Tenerife y Canadá, porque se están sucediendo estos días, que coinciden precisamente con el Día Mundial de Prevención de los Incendios Forestales que se celebra todos los años el 18 de agosto, para concienciar a la población de la necesidad de cuidar y preservar nuestros bosques, extremar las precauciones y hacer todo lo posible por evitar los incendios.

Los devastadores incendios forestales en Maui, Hawái, han dado paso a una auténtica catástrofe. Por el momento se han registrado 111 víctimas. Según ha publicado en National Geographic Sergio Parra, periodista especializado en temas de Ciencia, Naturaleza y Salud, “las causas exactas de los incendios que comenzaron en la noche del martes aún no han sido identificadas. No obstante, el Servicio Meteorológico Nacional había previamente emitido alertas para las islas hawaianas, advirtiendo sobre fuertes vientos y condiciones climáticas secas, condiciones que son favorables para la propagación de incendios forestales. Estas alertas fueron finalmente suspendidas a última hora del miércoles”.

De acuerdo con el Servicio Forestal de los Estados Unidos, alrededor del 85% de los incendios forestales en el país son causados por acciones humanas. Las causas naturales que pueden originar estos incendios incluyen los rayos y la actividad volcánica. Es importante destacar que en las islas hawaianas existen seis volcanes activos, y uno de ellos se encuentra en Maui.

La introducción de hierbas invasoras también ha desempeñado un papel. Estas gramíneas propensas a los incendios han cubierto el 26% del estado, creando un paisaje explosivo y volátil. La Universidad de Hawaii en Mã̃noa ha señalado la sequía creciente y los cambios en el comportamiento del fuego como señales claras de que algo está mal.

Por su parte, Tenerife y el mayor espacio natural protegido de las Canarias se encuentran con un incendio descomunal, que se desarrolla en el Parque Natural de la Corona Forestal, un lugar fundamental para la biodiversidad canaria. Se han visto afectadas por el momento 3.200 hectáreas –el 1,6% de la superficie de la isla–, y unas 7.600 personas han sido evacuadas o confinadas.

En el caso de Canadá, Yellowknife, una de las ciudades más grandes del norte de Canadá, está siendo evacuada, según ha informado la BBC. Canadá vive la peor temporada de incendios forestales de la que se tiene registro, con casi 1.100 fuegos activos en todo el país. Los expertos apuntan a una primavera más cálida y seca de lo normal, y señalan que el cambio climático aumenta el riesgo de que se produzcan incendios forestales debido al incremento del calor y las sequías.

Sin duda, la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático en los últimos tiempos ha creado el escenario perfecto para que haya cada vez más fuegos, más tempranos, más voraces y más difíciles de apagar. La sequía y las altas temperaturas, influidos por el cambio climático, son dos ingredientes fundamentales para que eso ocurra.

El verano pasado, los incendios en Europa generaron las mayores emisiones de gases de efecto invernadero desde 2007. Contando la Unión Europea y Reino Unido, se estima que los siniestros ocurridos entre el 1 de junio y el 31 de agosto de 2022 emitieron un total de 6,4 megatoneladas de carbono.

Ya hay expertos como Víctor Resco de Dios, profesor de ingeniería forestal y cambio global en la Universitat de Lleida, que viene a decir en un interesante artículo publicado en Climática que estamos en el Piroceno, la Edad del Fuego, caracterizada por la pérdida de control del fuego, a diferencia de cuando el dominio del fuego hizo posible el Antropoceno, la Edad del Hombre. El Piroceno, una edad donde es la llama, y no la azada, la principal modeladora de los paisajes.

Sin duda, los incendios forestales de ahora no son como los de antes. En un contexto de cambio climático, se han vuelto más destructivos y agresivos, y están alterando profundamente el planeta Tierra. Los gigaincendios, que es así como hay que llamarlos, impactan de una manera brutal en el medio ambiente, así como en la salud, la economía y un montón de cuestiones más.

En el Día Mundial de Prevención de los Incendios Forestales que se celebra todos los años el 18 de agosto, hay algunas claves muy importantes, tal y como señala Víctor Resco de Dios, por impulsar y desarrollar, entre las cuales, está el favorecer a la ganadería extensiva. El pastoreo puede ser un gran aliado para romper la continuidad del combustible y disminuir la intensidad del incendio.

Recrear la dinámica natural del fuego, a través de quemas prescritas de baja intensidad. Se trata de quemas que no dañan, basadas en principios ecológicos.

Desarrollar cortafuegos verdes. La periferia de los ambientes urbanos debería incluir franjas anchas, de gran extensión, desprovistas de vegetación, para impedir el avance del fuego.

Realizar cortas y desbroces sostenibles. Y, fortalecer la actividad agrícola. El freno más efectivo contra los incendios lo encontramos en los cultivos. El abandono rural no es cosa del pasado, sino que sigue aumentando a tasas desenfrenadas. Esto resulta paradójico, ya que seguimos comiendo cada día. Por tanto, necesitamos al sector primario.

En resumen, necesitamos paisajes vivos, habitados. Es la forma de evitar que el fuego siga ocupando el espacio ecológico que dejamos libres los humanos cuando nos marchamos del monte.

Premio Nacional de Medio Ambiente