RAS la primera vuelta de las elecciones municipales en Francia acontecida el 15 de marzo y el posterior aplazamiento de la segunda vuelta en razón de la pandemia del coronavirus, la segunda fase del escrutinio local tendrá lugar el 28 de junio. En el País Vasco norte, en un contexto de fuerte abstención, aunque inferior a la del Hexágono donde se incrementó un 20%, 140 municipios eligieron sus ediles ya en la primera vuelta, de modo que son 18 los municipios restantes los que tendrán que seleccionar sus corporaciones municipales de las que saldrán los alcaldes. A pesar de la incertidumbre que pesa sobre este escrutinio, que se desarrollará en un contexto inédito, pueden enunciarse una serie de claves que determinarán los resultados.

En primer lugar, la participación del electorado será esencial. En efecto, la primera vuelta se caracterizó por una fuerte abstención, especialmente en las principales ciudades, como Baiona, Angelu o Hendaia; en las categorías populares y, cosa poco habitual, entre las personas mayores que acostumbran a votar masivamente en los diferentes escrutinios, tanto locales, regionales como estatales. Los discursos y anuncios realizados en los días previos por el presidente y el primer ministro galos así como el temor al contagio explican ampliamente estas conductas. Sabiendo que la pandemia está bajo control y el escrutinio puede desarrollarse con cierta normalidad según el consejo científico y que las medidas oportunas han sido tomadas por las autoridades para garantizar la seguridad sanitaria de los votantes, de cara a la segunda vuelta el resultado final es incierto en numerosos municipios de Iparralde, sobre todo en la capital labortana y Biarritz, y, en menor medida, en Urruña y Ziburu. La ciudadanía es cada vez más consciente de la crisis socioeconómica que se avecina y de la necesidad de elegir equipos municipales que sean capaces de enfrentarse a ella; así que se vislumbra una mayor participación que en la primera vuelta. La cuestión es determinar el nivel aproximativo de participación y, sobre todo, el tipo de electorado sociológico y político que acudirá a votar. A todo ello se añade la casuística específica de cada municipio.

En segundo lugar, las alianzas serán fundamentales. Para el 2 de junio, último plazo de presentación de las candidaturas para la segunda vuelta, las listas que se presentaron en la primera vuelta han negociado entre sí para determinar las que se mantendrán (la ley exige que hayan obtenido como mínimo el 10% de los votos), las que fusionarán (siempre y cuando hayan conseguido al menos el 5% de los sufragios) y las que se retirarán. Las alianzas han sido muy dispares según los municipios. Así, mientras que, en Hendaia, socialistas, comunistas y nacionalistas vascos han fusionado en una lista liderada por Kotte Ecenarro; en Baiona, las dos listas socialistas se han amalgamado sin conseguir integrar la candidatura nacionalista de izquierdas y ecologista. En total, los electores de los municipios vascos que tendrán una segunda vuelta deberán elegir entre duelos, triangulares e incluso cuadrangulares. En ciertos casos, las listas que se han retirado han dado consignas de voto a imagen del llamamiento de Michel Veunac, actual alcalde de Biarritz, a favor de la lista encabezada por Jean-Benoit Saint-Cricq, mientras que, en otros casos, no han dado ninguna. En cualquier caso, contrariamente al pasado, cuando las consignas de voto surtían cierto efecto en el electorado, en razón del carisma de los candidatos, de la fuerza de los partidos y de la pregnancia de las ideologías, en la actualidad estos llamamientos a votar a favor de tal o cual candidato no son necesariamente seguidos por los electores. Cada vez más, estos últimos gozan de creciente autonomía y se hacen su propia opinión.

En tercer lugar, queda por averiguar el impacto de la pandemia del coronavirus y del confinamiento, tanto en la situación sanitaria y socioeconómica de las personas como en sus prioridades. En efecto, mientras que las personas mayores se han visto especialmente afectadas por el virus, en cuanto al número de personas contagiadas, ingresadas y fallecidas, los activos han padecido, en mayor medida, el desempleo, los ERTE y la reducción de remuneración relacionada con estos. A su vez, el confinamiento ha tenido efectos dispares en los hogares, reforzando los vínculos intrafamiliares en algunos casos o, al contrario, generando tensiones en las parejas y/o entre padres e hijos. De la misma forma, estos tres meses han puesto de manifiesto la importancia de gozar de unos servicios públicos sólidos y, especialmente, de un sistema sanitario de calidad, tanto en materia de número y cualificación de los profesionales como de suficiente material sanitario. Asimismo, han puesto en evidencia las consecuencias notables sobre el empleo, el crecimiento económico y el déficit público, lo que genera una preocupación evidente entre la ciudadanía. Por lo tanto, queda por determinar en qué medida, tanto la pandemia como el confinamiento incidirán en las situaciones personales y laborales de los votantes y en qué proporción este periodo de crisis modificará las prioridades de los electores-

En cuarto lugar, aunque Iparralde, como el conjunto del Estado francés, estará bajo el estado de emergencia hasta el 10 de julio y aunque todo el territorio galo ha salido del confinamiento, los candidatos no podrán realizar una campaña al uso. Las medidas restrictivas en cuanto a la organización de eventos multitudinarios, al aforo de las reuniones públicas, al contacto personal o a los desplazamientos pueden incidir, aunque sea en escasa medida, en los resultados. Los candidatos salientes, es decir, aquellos que se presentan para su reelección, gozan de cierta ventaja en esta materia, dado que han tenido que gestionar la crisis y, por lo tanto, además de haber podido demostrar su dedicación y eficacia en la gestión de esta pandemia, han gozado de una mayor visibilidad mediática ante la ciudadanía. En cambio, las listas opositoras han debido utilizar los medios de comunicación afines y las redes sociales para intentar mantener cierta presencia mediática a la hora de dar cuenta de sus negociaciones y trasladar sus propuestas. En ese ámbito, los candidatos que habrán sabido adaptarse a este nuevo escenario y que habrán sido capaces de utilizar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación saldrán con ventaja, mientras que los políticos, a la antigua usanza saldrán perjudicados.

Todo ello dibuja un panorama relativamente incierto de la cara a la segunda vuelta de las elecciones municipales en Iparralde, aunque la participación, las alianzas, la crisis del coronavirus y la campaña electoral jugarán un papel preponderante.

* Profesor de Sociología Universidad del País Vasco