TENGO curiosidad por saber si los sindicatos ELA y LAB van a presentar candidaturas para las elecciones al Parlamento Vasco del próximo 5 de abril. La consideración no es retórica, sobre todo cuando Mikel Lakuntza, a grito pelado y con oratoria belle-epoque, nos dijera el día de la fracasada huelga general que aquella huelga era política y explicara por qué. Así que parecería una contradicción que digan una cosa y hagan otra, a pesar de no tener su cable en tierra. Es curioso que, en lugar de hacer sindicalismo, les guste más el desgaste de lo político instalados en el "no" y luego no se presenten a las elecciones. Si no lo hacen, demuestran una de estas dos cosas: o tienen una gran ensalada mental cargada de rabia antisistema, odio ideológico y un chip sindical del siglo XIX; o quizás, mucho más sencillo, su representación política es Sortu, que funciona como politburó en una relación en la que ellos son mera correa de transmisión. Así que en este próximo viaje electoral esas son sus alforjas. ¿Alguien duda de que Lakuntza y Asurmendi vayan a votar a Bildu? Quizás algún ingenuo piense que ELA y LAB son solo sindicatos. Ya, ya...

También tengo curiosidad por saber la duración de la primavera. Normalmente, suele ser del 21 de marzo al 21 de junio. Pero es que nos han anunciado otra, "la primavera roja", que teóricamente cifran en dos meses pero puede quedarse entre la fecha de la fallida huelga general del 30 de enero y el 5 de abril. Se trataría de una primavera electoral de rebajas, un ariete más para ir contra la figura del lehendakari y contra EAJ-PNV. "Dos meses en los que verán florecer una primavera de lucha, una primavera roja", nos dicen. Lo de ellos, por tanto, no es la negociación y la huelga como importante y necesario recurso, sino la huelga por la huelga, la calle por la calle, la confrontación por la confrontación, no estar en las reuniones de Osalan ni en las del CES, un modelo de sindicato jerarquizado, con solo opiniones corrobativas y de verticalidad pasmosa que para sí hubieran querido los mismísimos sindicatos franquistas. Junto a la sacralización de la pancarta, los lemas bolivarianos y el cabreo permanente. Y lo de los lemas bolivarianos no es un invento. Había que ver a Mikel Noval gritarlos en la manifestación en favor de Maduro. ¿Será ese su modelo de sociedad? Filosofía low cost. Levantarse cada día con la obsesión de derribar una estatua.

En tiempos heroicos, cuando repartir Lan Deya, órgano de ELA-STV, era un compromiso vital que se pagaba con palizas y cárcel, el PNV hacía esa labor. Me encontré hace poco con Javier Goirigolzarri, antiguo secretario del EBB, a quien comenté lo mucho que me había gustado su entrevista en el libro Resistencia, en el que se habla de lo que hicieron EGI y el PNV en aquellos años de hierro y de las detenciones que él sufrió por parte aquel capitán de la Guardia Civil psicópata y sádico de nombre Manuel Hidalgo. No todo fue Billy el Niño. Me contó cómo aquel siniestro personaje les llegó a tener cinco días mirando a la pared, esposados, conminándoles a leer a Primo de Rivera y no a Sabino Arana, el "inventor de Euzkadi". No estaría nada mal que, motu proprio, Mikel Lakuntza leyera más a Robles Arangiz que a Rosa de Luxemburgo con objeto de aprender algo de sindicalismo democrático.

Tengo también curiosidad por saber cuáles son las iniciativas que nos presentará en breve Sortu tras justificar la candidata Maddalen Iriarte la ausencia en listas de su máximo dirigente. "Otegi no es candidato porque tiene que atender proyectos de estado", dijo. Confío en que no estará entre ellos enviar un telegrama a Trump, como hicieron hace dos años, aunque acabamos de escuchar que van a hacer un esfuerzo táctico asumiendo el nexo confederal con España al constatar que no hay una mayoría independentista y cuando no hay opciones de conseguir el todo es preferible conformarse con una parte que seguir dándose de bruces contra la pared en busca de un imposible.

Sinceramente, no sé con qué quedarme. En junio de 1980, recién constituido el Parlamento Vasco, Telesforo de Monzón, en nombre de HB, nos decía: "No podemos seguir en estas circunstancias a gobiernos y parlamentos vascongados para tres provincias españolas sin poder, ni dinero, ni facultades, ni soberanía, ni unidad territorial, repartiéndose pomposamente carteras, eligiéndose sedes y habilitándose ministerios. Todo eso me parece pura y simplemente una forma de colaborar con la burla pretendiendo hacérsela tragar al pueblo. Todo ese nuevo mundo de cartón dorado y hojalata que se pretende poner en pie dentro de casa mientras afuera arrecia cada día con más fuerza el temporal, me parece absolutamente incapaz de responder seriamente a los problemas que tiene planteados Euzkadi en 1980. Ya no estamos en tiempos de Irurac Bat, de los Caballeritos, ni de los honrados fervores vascongadistas de los euskalerriakos del siglo XIX".

Era el año en el que ETA mataba una persona cada tres días y en el que la HB, antecesora de Sortu, aplaudía semejante tragedia. Aquellas sí que eran primaveras rojas, pero chorreando sangre. Pero la mentira es un arma electoral y su procedimiento estándar. Decía Otegi en la entrevista que por todo lo alto le hizo Gara que "Los valores del país hoy son los que hemos defendido 40 años". Me da que si este hombre dice una verdad se ruboriza. Lo malo es que hay gente que se lo cree y en eso están. Y lo malo no es que no rectifiquen, sino que son amnésicos y la empatía no es lo suyo. Lo decía con dolor Juan Mari Atutxa en DEIA: "He estado 26 años y 115 días con escolta para seguir vivo y, salvo un militante que se me acercó hace unos años, nunca nadie de la izquierda abertzale me ha mostrado su apoyo o solidaridad. Nunca". Pues siguen con esa burocracia gélida sin valores. Lo acabamos de ver en el asunto Zaldibar, con el que han hecho gala de un carroñerismo político infame, fantásticamente de manifiesto cuando un exjefe de ETA pidió arrojar bolsas de basura y hacer pintadas en los batzokis. Ni Otegi, ni Iriarte, ni Casanova, ni nadie de ese mundo se dio por aludido. Callaron y otorgaron. Su proyecto de sociedad no es sensible frente al exceso ni, al parecer, basado en valores.

Menos mal que en estos cuarenta años no han gobernado. The Financial Times reconocía la semana pasada a Euzkadi como la región de tamaño medio más atractiva para la captación de inversión extranjera entre 148 regiones analizadas. Jamás de los jamases nada parecido se hubiera dado de haber prosperado los análisis de Monzón, de HB y Sortu. Gentes que siguen viendo a Maduro, a Cuba y a Nicaragua como referente ideológico de modelo de sociedad son incapaces de aportar nada serio para este país salvo el "no" a todo lo positivo, también a los presupuestos y a cualquier avance en el que no estén ellos con su dogma por delante. De ahí que ELA y LAB no necesiten presentarse a las elecciones el 5 de abril. Ya lo hace Bildu.

El Consejo Económico y Social Vasco (CES) es el órgano de encuentro de sindicatos, empresarios, cámaras de comercio y organismos afines. ELA y LAB no acuden. Tampoco a Osalan. Es la misma postura de HB en 1980. La pureza inmaculada para seguir con su política de la huelga por la huelga, aunque, como recordó Eduardo Junkera, presidente de Adegi, el 85% del empleo y el 90% del valor añadido lo crea la empresa y a mejor empleo, mejor empresa y mejor sociedad. Una evidencia que deja impávidos a quienes creen que la subcontratación, la negociación colectiva o no, los contratos temporales o cualquier otra reivindicación hay que hacerla como si viviéramos todavía bajo el franqusimo. En lugar de la trainera y el remar juntos, la sokatira y la bronca por la bronca, con piquetes y ensuciando material urbano que siendo público es de todos y que ellos, al parecer, tienen licencia para ensuciar en esta "primavera roja" que nos han anunciado amenazantes.

El Espíritu del Arriaga era, entre otras cosas, algo tan evidente como que "no hay soberanía en la pobreza" y que es bueno saber que este tipo de ideología destructiva solo busca un país para plantar berzas y que tengamos que salir en patera como plásticamente expresara en su día el presidente del EBB. Que el 5 de abril no estalle la primavera roja sino la primavera multicolor de la gente normal.