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Institucionalizar el pucherazo

SEGÚN podemos leer en declaraciones del ministro español del Interior y al máximo responsable del Partido Popular en la Comunidad Autónoma de Euskadi, van a intentar una modificación legal para que los huidos por la acción de ETA puedan votar en las elecciones en esta Comunidad Autónoma.

Fueron los señores Nicolás Redondo Herreros y Jaime Mayor Oreja quienes iniciaron acciones para recortar la parte del trocito de la autonomía que, reconocida por el Estatuto de Gernika, nos había sido transferida. Como años más tarde reconocía el mismo señor Mayor Oreja, no habían sido muy inteligentes, se les vio el plumero y recibieron un soberano castigo en las urnas.

Pero han seguido adelante.

Primero, a través de la llamada Ley de Partidos, quitaron a una parte considerable de ciudadanos de la Comunidad Autónoma de Euskadi y de la Comunidad Foral de Navarra la posibilidad de emitir su voto.

En Euskadi les fallaron los cálculos y volvió a ser vencedor Ibarretxe al frente de EAJ. El señor Patxi López, visiblemente defraudado con el resultado, no felicitó al vencedor. El PSOE y el PP se habían pasado toda la campaña prometiendo que no se juntarían, pero finalmente se unieron aferrándose a lo único que tenía en común sus proyectos: desalojar de Ajuria Enea a su odiado enemigo; al candidato más votado, al ganador de las elecciones, el lehendakari Ibarretxe.

Se avecinan otras elecciones. La perspectiva del PSOE y del PP es la de experimentar una nueva y abultada derrota. Pero para eso se inventó el pucherazo. Hay en vigor una Ley electoral que nadie ha cuestionado hasta la fecha, pero no sirve para sus objetivos. Hay que cambiarla. Un cambio que, como todos los cambios, podría ser positivo si fuera para mejorarla. Pero no es así. El cambio, según dicen el ministro citado y el PP, es para que un sector de ciudadanos, los que, siempre según el gobierno del PP, tuvieron que huir de la amenaza de ETA, pueda votar.

Olvidan, el citado ministro y el PP, o quieren olvidar, que también hay otros ciudadanos que han tenido que huir. Tuvieron que huir de Franco, tuvieron que huir de la persecución, tuvieron que huir de los tribunales de excepción. Pero para estos, siempre según dicen el citado ministro y el PP, no será de aplicación la reforma planteada. Los que han huido de un bando, tienen derechos; los del otro bando ninguno. A esto se llama reconciliación?

El hecho de que el mutilado Estatuto de Gernika reconozca la competencia en exclusiva a nuestra comunidad de la "legislación electoral interior que afecte al Parlamento Vasco, Juntas Generales y diputaciones forales", es un detalle sin importancia que, siempre a juicio del poder español, se puede obviar.

Se impide que un sector numeroso de la población pueda votar. Para contrarrestarlo, se facilita que un sector buscado de nuevos electores, residan donde residan e independientemente de su relación con la Comunidad Autónoma de Euskadi, voten. Si a pesar de todo al final no ganan, siempre queda la posibilidad de descalificar al adversario. Al final, lo que les importa es que Basagoiti sea lehendakari.