Vuelve el rey león
EL Athletic Club de Bilbao vuelve a hacer historia. Se ha ganado a pulso la enésima final de Copa y la segunda final europea de su historia con esa filosofía deportiva tan particular que le hace ser diferente a todos los clubes y a cuanto rodea al mundo del fútbol. Solo por este hecho, el de la singularidad de jugar con vascos, con jugadores formados en su cantera, merecería un reconocimiento internacional del mismo nivel que la dificultad que supone competir así entre lo más grandes. Aparte de los éxitos logrados, que son muchos.
Desde aquel lejano año 1898, el fútbol ha cambiado radicalmente. Ahora prima el talonario que amenaza la viabilidad de los clubes sin que las sociedades anónimas hayan logrado solucionarlo. Ya veremos hasta cuándo aguanta el mundo del fútbol en la rompiente económica que han fabricado muchos de sus dirigentes.
En este marasmo, mantenernos en la filosofía de jugar con la marca made in Euskadi ha sido una prueba de fe en el ilusionante proyecto que sostiene nuestra afición, también diferente y la mejor de todas, porque anima con ese plus del sentido de pertenencia sabiendo que en el Athletic sí juegan los nuestros.
Estas dos nuevas finales suponen otra cita con la historia. No opinan igual algunas almas grises, convencidos de que los triunfos pasados no cuentan porque solo vale el presente. "Solo son historia", dicen, con un deje como si no hubiese ocurrido nunca. Pues les diré que el presente es lo que hace la historia y que la gran historia rojiblanca atesora muchísimos presentes que ahora permiten lucir su historia e ilusionarnos con ganar otras dos copas, que sin duda apaciguaría a quienes cuestionan la política centenaria que nos define como el único caso de la historia del fútbol. Y, de paso, nublaría los comentarios envenenados de algún foráneo adobados con dosis de sectarismo y cierta envidia. Entre otras cosas porque cada éxito del Athletic aviva un sentimiento colectivo muy especial que desentona en el actual montaje del fútbol... y de más cosas, claro.
Al éxito de subsistir tantos años con la filosofía deportiva tan singular, hay que añadir el haber jugado siempre en Primera División; un honor al alcance de tres equipos en toda la historia de la Liga que ya es un éxito deportivo -en presente continuo- y espero que por muchos años. Sin embargo, el Athletic ha logrado mucho más. Desde los parámetros exclusivamente competitivos, atesora un palmarés oficial de trofeos que muy pocos pueden mostrar en Europa, sin perder el tipo ante tanta estrella futbolística venidas de todas partes.
Lo que darían algunos, ay, por tener la mitad de la vitrina que tienen los leones de San Mamés: 8 Ligas y 24 Copas, siendo el único club que ha logrado cinco dobletes; 1 Copa Eva Duarte de Perón (antecedente de la Supercopa) y 1 Supercopa. Un subcampeonato de la Copa de la UEFA, 7 de Liga y 11 de Copa y otro más de la Copa Eva Duarte, además de ganar 18 torneos regionales oficiales y 4 Superligas femeninas. El palmarés pudo ser más amplio pero el parón liguero por la guerra y el exilio de varios futbolistas mermó su potencial, cuando el Athletic Club tenía un equipo imbatible. Hemos esperado muchos años para revivir el ambiente ganador previo de dos finales, nada menos. No importa; lo trascendente es que estamos ahí sin haber renunciado a la filosofía deportiva a pesar de las dificultades deportivas y económicas. No solo eso, sino que el Athletic, sin haber dejado de ser un icono vasco, ha resultado ser el principal punto de encuentro -¿el único?- de toda la sociedad de Bizkaia, de su seguidores y de quienes pasan del fútbol, por encima de las profundas diferencias sociales y políticas. Y no es el menor de los éxitos del Athletic Club de Bilbao. Zu zara nagusia!