ACABA de publicarse el Informe PISA 2009, una prueba que mide el rendimiento escolar en lectura, matemáticas y ciencias y en la que participan alumnos y alumnas de 15 años (4º de ESO) de 45 países de la OCDE. En el Estado español participan 14 autonomías. Los resultados indican que Euskadi, en relación con la media de todos los países examinados, se sitúa bien en lectura, muy bien en matemáticas y regular en ciencias. Las puntuaciones en el País Vasco están siempre por encima de la media de España. Comparando las puntuaciones de 2006 y 2009 se observa una mejora en lectura (de 487 a 494) y matemáticas (de 501 a 510) y la misma puntuación en ciencias (495 en los dos informes). Estas son, de una manera resumida, las principales conclusiones del Informe PISA 2009. Sin embargo, me parece interesante analizar algunos datos e interpretaciones que se han hecho desde el Gobierno de López.
Mayo 2009. Las pruebas para el Informe PISA se realizaron durante los meses de abril y mayo de 2009. Es decir, los resultados, en lo bueno y en lo malo, miden la situación en la que se encontraban los alumnos y alumnas que se habían formado en el periodo del Gobierno Ibarretxe, puesto que las elecciones se celebraron el 1 de marzo de 2009 y el lehendakari López fue investido el 7 de mayo del mismo año, justo cuando se estaban examinando nuestros escolares. Se evaluó al alumnado que estaba estudiando durante el anterior gobierno. Por eso se hace extraño que desde la actual Consejería de Educación hagan una presentación de los resultados como si fueran fruto de su gestión, sin mención a anteriores responsables.
"La orientación del sistema vasco de educación es estupenda", afirman desde la Consejería de Educación al conocer los datos PISA 2009. Hay motivos para reconocerlo, pero sorprende que digan esto quienes en noviembre de 2009 defendían que iban a "liberar la enseñanza del adoctrinamiento", y denunciaban el tratamiento de "una enseñanza sectaria y reduccionista". Algo parecido ocurrió con el obispo Munilla que, en lugar de preocuparse del terrible fracaso educativo de los curas pederastas, dijo en la basílica de Loyola con motivo de la festividad de San Ignacio de 2010: "En medio del fracaso educativo que padecemos en nuestros días es necesario recordar que la educación necesita de la esperanza, como la natación precisa del agua". Tiene mucho mérito el profesorado vasco, porque dentro de esta educación "adoctrinante, sectaria y reduccionista" y a pesar del "fracaso educativo que padecemos" consiguen que "la orientación del sistema vasco sea estupenda".
El 85% del alumnado realizó la prueba en castellano. En el Informe PISA 2009, al igual que en el informe PISA 2006, a pesar de que la mayoría del alumnado de 4º de ESO se escolariza en los modelos B y D, en euskara, los alumnos fueron examinados en un 85% en castellano, mientras que solamente el 15% de los estudiantes realizaron la prueba en euskara. Esta opción fue debida a que, presumiblemente, después de 12 años de enseñanza bilingüe, la lengua que mejor dominan los alumnos vascos es el castellano. Consiguen en lengua castellana mejores puntuaciones que muchas otras Comunidades Autónomas, situándose en el grupo de cabeza, por delante de Asturias, Cantabria, y la media española. ¿Hacen falta todavía más pruebas para certificar la precariedad en la que se encuentra el euskara y demostrar que la lengua castellana no está en peligro? Una consecuencia de esta situación debiera inclinarse por intensificar la enseñanza del euskara y, sin embargo, desde la Consejería de Educación ya nos advirtieron en 2009 que el asunto estaba zanjado, y que lo realmente importante era "cómo introducir la lengua extranjera" en el sistema educativo. Es decir, ya no había que preocuparse del euskara, sino del inglés.
"El sistema bilingüe resta tiempo a las ciencias", concluyen desde la Consejería de Educación. Esta curiosa teoría se viene repitiendo últimamente afirmando que el estudiar en euskara tiene un coste. Es como un aviso a las familias, "ustedes verán, pero si estudian en euskara, eso tiene un precio". Desde la Consejería decían en septiembre 2009, en la revista Magisnet: "Es evidente que tenemos que dar acomodo a todo y que el euskera ocupa lugar". Sorprendente afirmación que no se fundamenta en ningún dato del Informe PISA 2009, ni en ninguna investigación. Expertos de la UPV, del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (ISEI) y otros responsables del área de ciencias de diferentes programas y centros de enseñanza, coinciden en que una de las razones por las que nuestros escolares obtienen puntuaciones mediocres en ciencias puede ser la metodología empleada en esa enseñanza. Afirman que la manera de enseñar de nuestros centros es memorística y teórica y que la manera de examinar en el Informe PISA está más centrada en la resolución de problemas a partir de tablas, datos y gráficos. Puede que el problema no sea el número de horas, sino la manera de enseñar las ciencias.
Por otra parte, la media de Euskadi en ciencias está por encima de la media de España. ¿Por qué hay CC.AA., como Andalucía y Canarias, que no son bilingües y obtienen peores puntuaciones que Euskadi? ¿Por qué Euskadi obtiene en matemáticas y lectura niveles que están a la cabeza de Europa?
"¿De dónde sacar tiempo para aumentar las horas de ciencias?". En la Consejería parecen preocupados con esta pregunta. Sin embargo, lo que han hecho ha sido aumentar las horas de inglés. Si el bilingüismo resta tiempo a las ciencias, y siguiendo con la teoría de que "el euskara ocupa lugar", hay que imaginar que el trilingüismo, con más horas de inglés, pone las cosas más difíciles. ¿De dónde restar tiempo para las ciencias? Del inglés, por ejemplo. Menos inglés, más euskara y más ciencias.
Diferencia de rendimiento del alumnado inmigrante. Un aspecto que ha pasado desapercibido y que no ha sido reflejado en los medios es la diferencia de puntuación que se observa entre el alumnado de origen inmigrante y el alumnado nativo o autóctono. Aquí hay que reconocer que las cosas se están haciendo mal, como en casi todos los países analizados. Por poner un ejemplo, en el conjunto de los países de la OCDE presentes en el informe PISA 2009, la diferencia de puntuación en lectura entre nativos e inmigrantes es de 43 puntos a favor de los nativos. Pues bien, la media española es de 56 puntos y la media del País Vasco es de 71 puntos, siempre a favor de los nativos. Somos de las comunidades que más discriminan al alumnado que viene de otros países. Y el problema no es el bilingüismo, porque La Rioja y Castilla y León están por encima de Euskadi. Si nos paramos a pensar en la importancia de dominar la lectura como instrumento para el éxito escolar y la integración social podremos caer en la cuenta del enorme problema que tenemos en la educación con el alumnado inmigrante.
En resumen, hace falta un poco más de humildad a la hora de apuntarse medallas sobre la buena marcha de la educación vasca y tener un poco más rigor a la hora de adjudicar responsabilidades al sistema bilingüe vasco por los resultados obtenidos en ciencias.