ES ya un clásico cada vez que el Athletic tiene que conocer un nuevo horario para uno de sus partidos. Los aficionados rojiblancos somos como aquellos malos estudiantes que acudían a los tablones donde se ponían las notas y estaban siempre al borde del suspenso; bueno, muchas veces directamente suspendían. Es algo que ya viene siendo demasiado habitual, la liga maltrata con sus horarios al equipo de Ernesto Valverde. Lo hacen recurrentemente y lo peor de todo es que al final los grandes damnificados no son los futbolistas, bueno, en parte sí, pero porque no van a gozar del apoyo que ellos quisieran. Quienes en realidad pagan el pato son los hinchas, a quienes no les queda más remedio que quedarse en casa.

La última la conocíamos el lunes, cuando salieron a la luz los horarios de las jornadas 31, 32 y 33. Hace mucho que no se espera gran cosa. Venimos de saber que el Athletic enlazará ante el Almería tres partidos a las 16.15 del sábado, derbi incluido. Bueno, pues para rizar el rizo, por si creíamos que lo habíamos visto todo, llegan los jueves a las diez de la noche. Recordáis que hace poco se adelantó una hora la vuelta de las semis de copa, ¿no?, pues en la liga por la pinta creen que las diez debe ser una buena hora. Atención, en jueves.

Si la intención de quien pone los horarios es que los socios y socias no acudan a San Mamés, prueba superada. No es de recibo. De momento, que yo sepa, no se ha implantado la jornada laboral de cuatro días, ni se han suspendido los colegios los viernes. Ir a Bilbao a esa hora y salir de allí de madrugada es directamente enviar a los aficionados a los sofás de sus casas en días de partido. Encontrar un transporte público es prácticamente imposible salvo para los usuarios del metro, enorme esfuerzo económico el que tiene que hacer, por cierto. Y esto hablando de quienes viven cerca de la capital.

Para los que viven en los pueblos el asunto es mucho peor. Independientemente de que se organicen con autobuses o entre unos cuantos amigos. Al día siguiente la mayoría de la gente tiene cosas que hacer y no es plan llegar a esas horas al domicilio particular y dormir un puñado de horas. Ni qué decir tiene que los chavales/as que están estudiando y tienen que pedir el permiso en casa para ir a ver a los leones, solo por el comienzo de las clases del día siguiente tienen pocas opciones de recibir el OK correspondiente. Vamos, que le viene mal a todo el mundo, trabajadores de La Catedral incluidos.

El Athletic está molesto y la queja va a llegar a los encargados de habilitar las fechas. Todos sabemos que quienes mandan en esto son las plataformas televisivas. Ponen un montón de dinero y está claro que su interés es que el personal no vaya al campo y se abone a lo suyo. Es una batalla perdida y de difícil digestión, poderoso caballero don dinero. Ya podemos patalear bien fuerte, que nuestras reclamaciones van a ir directamente a la barra de hielo, por cierto estamos en época de aumento de la temperatura. Luego entonces ya sabéis qué va a pasar. lAforo restringido