ASÍ jugó el Athletic, sin frenos, pero no a lo loco. Era un partido, a priori, de los de ida y vuelta, y para nada defraudó. La previa nos decía que por características de unos y otros podíamos ver algo muy parecido a lo que al final contemplamos en La Catedral. Fue tal cual, rara avis en el fútbol, pero así. Se cumplieron todos los pronósticos y entre otras cosas debemos agradecerle a Andoni Iraola que así fuera. Equipo honesto donde los haya, el Rayo no especuló con nada y el conjunto rojiblanco lo agradeció.

Es muy difícil en Primera División ver partidos tan abiertos y esta vez el Athletic pudo disfrutar de esta circunstancia. Es complicado encontrar choques con tanto ritmo y, sobre todo, con tanto espacio y el sábado en San Mamés lo vimos. Dos equipos mirando a la portería rival sin preocuparse casi de lo que tiene enfrente, un lujo para el espectador que paga una entrada. Tristemente no estamos acostumbrados.

El caso es que en el bando bilbaino ahora mismo si alguien propone eso, no hay problema, tenemos soldados perfectamente preparados para ese tipo de guion. Ernesto Valverde toca la tecla y llama a filas a los Williams, que si están inspirados rompen un duelo cuando haga falta. Iñaki y Nico pueden dinamitar en un santiamén cualquier partido, son diferentes, van a otra velocidad. Ese era el as que guardaba en la manga Txingurri.

En tiempos de alabanza hacia la figura del técnico visitante, sorprende que pocos sitúen en el rival una de la claves para analizar el porqué de lo que pasó en San Mamés. Es verdad que el Athletic lo hizo genial, pero no es menos cierto, como reconoció en rueda de prensa Iraola, que concedieron demasiado al rival. Ir al desnudo en Primera División es un suicidio, si además enfrente tienes un equipo como el Athletic, estás perdido.

Valverde lo tuvo claro y activó a sus elementos más importantes para estas ocasiones. Los hermanos se lo pasaron pipa, qué disfrute. El espacio es lo suyo y tenían para regalar. El campo era todo para ellos y solo les faltaban lanzadores, en este caso los encontraron. Curiosamente para alguno quizá no eran los que pensaban, pero en este equipo suman todos.

Partido para creer en el equipo, jugadores y cuerpo técnico. Era el día en el que había que dar el callo y responder ante un buen rival. El calendario es el que es y punto. Los 13 puntos ubican al equipo en una muy buena posición y hay poco más de lo que hablar. Queda mucho pero de momento un parón desde la tranquilidad. El grupo responde y Valverde los tiene a todos enchufados, no hay mas que ver el partidazo de Dani García o del capitán Iker Muniain, hermanos a parte. Vaya pasada lo de los Williams.

No hay que volverse locos ni mandar mensajes que lleven al error. Ya hay gente para eso, curiosamente, profesionales, que presos de sus filias y fobias lo hacen, error de libro. El Athletic es mucho más que de unos y otros , es de todos. El Athletic es de su gente.