Cuatro letras a Rosa Martínez

Recién designada Secretaria de Estado de Derechos Sociales: Empiezo enviándole mis parabienes por su nombramiento, aunque creo que, en este caso, procede hacer extensiva la felicitación a las ciudadanas y los ciudadanos para quienes va a trabajar. Más allá de las ideologías y las siglas, la conozco lo bastante como para estar seguro de que pondrá lo mejor de sí misma para llevar a cabo la endiablaba pero a la vez ilusionante labor que tiene por delante.

Me consta, además, que como demostró durante el tiempo que estuvo tanto en la primera fila como en trastienda de la política vasca, seguirá guiándose por una firmeza compatible con su querencia por el diálogo y por la ausencia de declaraciones estridentes. No sabe cuánto se agradece un talante así en una época llena de ruido como esta.