INCOMBUSTIBLE e insumergible político: Quién le iba a decir, después de la jartá de trienios que llevaba ejerciendo como fiel aparatero de quien mandara en UPN, que le iba a llegar la gloria en lo que parecía su momento de ir plegando velas. Su probablemente primer gesto de indisciplina al votar contra lo que le pidió el cada vez más atribulado Javier Esparza no es que haya relanzado su carrera; es que lo ha convertido en la nueva supernova de la derecha española más montaraz. A tal punto, que se dice, se cuenta y se rumorea que hay bofetadas entre PP y Vox para hacerse con sus servicios, y hasta sonó como el candidato alternativo a la presidencia del Gobierno español que presentarían los abascálidos en su inminente moción de censura. Qué cosas.