Compaginen esas noticias con los aplausos a Plácido Domingo. Ni confesando que acosó a mujeres se libró de los aplausos. Machismo social en estado puro con trato de guante blanco exculpatorio. Del tipo que se suele dispensar a acosadores cuando pertenecen a la élite de cualquier ámbito. La pregunta es por qué ahora y por qué con tanta virulencia. Tal vez, acabadas las restricciones pandémicas, algunos acosadores sienten que han perdido el control sobre su pareja. Quizá esta violencia tenga efecto llamada, porque si no ya me dirán cómo en dos semanas se concentran diez asesinatos, llamémosles "especulares". La educación no debe estar funcionando muy bien, porque no parece erradicar del tuétano de nuestra naturaleza personal y social el "la maté porque era mía", como lo demuestra la edad juvenil de muchos acosadores. Añadamos a la ultraderecha negando la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo y a la derecha reclamando penas duras, que serán necesarias, pero sin proponer lo que más se necesita, normas preventivas eficaces. Pero tras releer este texto percibo que son noticias ya comentadas mil veces con estas mismas palabras y por mí misma, sintiendo que son noticias viejas recalentadas, al parecer sin solución. Y cuanto más se recalientan, saben peor.