ES un ahorro inminente, sobre todo en lo que se refiere a las bajas emisiones que lo mismo se preparan para ver la luz Bilbao que para hacer lo propio en Getxo y en buena parte de Bizkaia. En ese afán se mueven las autoridades que, convencidas en que las etiquetas medioambientales llegarán más pronto que tarde, no tardarán mucho en activar una circulación libre de cadenas, exenta de problemas para que los vehículos circulen por nuestras tierras con los brazos al aire, si problemas inmediatos. No es fácil que las previsiones para que el tráfico se desahogue se apliquen a la primera pero es necesario, de una vez por todas, que en Bikaia se solture con total libertad por todo el territorio.

Más allá de las cadenas que regían hasta ahora la actual circulación en Bizkaia aparece como necesaria la realidad de darle a cada municipio la necesidad de cada localidad. Los cuatro distintivos emitidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) clasifican los vehículos en función de su eficiencia energética, teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los mismos. Así se puede discriminar si podrán acceder a las áreas de las ciudades que hayan sido calificadas como Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Europa aprobó una zona de bajas emisiones para reducir los valores límites de calidad del aire obligados en la salud de la Unión Europea. Parece que se consolida que habrá tres zonas de bajas emisiones en Bilbao: Abando, Casco Viejo y Zorrotzaurre. La primera en ejecutarse será el distrito de Abando, que comprende los barrios del mismo nombre e Indautxu, el espacio entre El Ensanche, Autonomía y Moyúa.. Ahí se van a volcar los primeros esfuerzos.

Según marca la Ley de Cambio Climático, las localidades de más de 50.000 habitantes tendrán que determinar estas ZBE antes de que finalice el año recién inaugurado, entrando en este paquete los municipios vizcainos de Bilbao, Barakaldo y Getxo. La activación de estas zonas tienen por objetivo mejorar la calidad ambiental del aire en las ciudades, restringiendo la circulación de los vehículos más contaminantes en los puntos con más polución en el aire. El desafío que se despliega ante su cara exige los primeros pasos hacia el progreso, donde se centra la mirada en los territorios limpìos de polvo y paja. Los municipios más preparados ya se preparan para la batalla y anuncian que sus tierras ya se preparan para convertirse en el paraíso, una apuesta a lo grande hacia el porvenir.