La civilización avanza a paso de gigante desde el momento crítico de la humanidad que ha pasado a la historia como la revolución industrial, pero que dio la vuelta a todos los ámbitos de la sociedad occidental. La chispa se encendió hace más de 250 años y la velocidad de los cambios ha dejado en la cuneta del progreso avances que hoy emergen de nuevo. Es el caso de la madera, que cedió el paso en su momento al hormigón como estructura básica de los edificios y que hoy disfruta de una segunda vida.

El camino de vuelta a los orígenes está recibiendo un notable impulso a través de las Viviendas de Protección Oficial de Visesa, la sociedad pública del Gobierno vasco. Ocho promociones públicas han apostado por la madera como base constructiva, de ellas, cinco están en suelo vizcaino.

Este modelo de construcción, que también está ganando espacio en la obra privada aunque de forma más tímida, ha vuelto para quedarse. Son edificios más sostenibles, que se construyen más rápido, con mayor seguridad para los trabajadores y con menores costes finales a pesar de que el metro cúbico de la madera, la primera inversión del promotor, es más caro como regla general que el del hormigón.

Hay otras cuestiones en las que la estructura metálica o de cemento tiene ventaja, como la altura de los inmuebles. La madera tiene su tope en los seis pisos, que, en cualquier caso, es un estándar válido para gran parte de las promociones que se desarrollan en Bizkaia.

Plan director de Visesa

La apuesta del Gobierno vasco a través de la Sociedad Pública de Promoción de Vivienda, Visesa, por la madera forma parte del Plan Director 2025-2027. La estrategia tiene cuatro ejes transversales: la declaración de municipios como zonas tensionadas para incrementar la oferta de vivienda; abreviar, agilizar y viabilizar la tramitación del suelo a través de reformas urbanísticas; colaboración público-privada para la financiación de la VPO en alquiler y acelerar el proceso de industrialización de la construcción.

Este último apartado es clave ,porque cubrir las expectativas de las personas inscritas en Etxebide depende en gran medida de la reducción de los tiempos de la obra y la madera y la construcción modular en general con otros materiales no tienen rival en ese ámbito. La entrega del edificio es más rápida ya que el inmueble se monta in situ, en lo que se denomina obra seca o abierta, que no requiere la tediosa labor del encofrado. Tampoco levantar grandes piezas constructivas, con lo que eso conlleva para el riesgo trabajadores

Fuentes del Departamento de Vivienda y Agenda Urbana, explican que la utilización de la madera responde precisamente a la apuesta por la construcción industrializada, fabricada en una planta productiva que después se coloca directamente en el lugar de la promoción inmobiliaria. “El objetivo es ganar en seguridad y plazo de ejecución de la obra”, añaden.

La primera experiencia en este sentido fue la de 65 viviendas de protección oficial en Hondarribia, que ya están en uso. Tras la fase previa de diseño y fabricación de los módulos de madera contralaminada (CLT), el edificio se levantó en seis semanas y media, que en tiempos de hormigón habrían supuesto año y medio. Fue un proyecto piloto que tenía como objetivo lograr un Edificio de Consumo Casi Nulo (ECCN) apostando por un sistema industrializado basado en la madera.

Al tratarse de una experiencia pionera, en la iniciativa participaron diversos agentes. El diseño corrió a cargo del estudio navarro de arquitectura TyM, la construcción la realizó la constructora bilbaina Moyua y la madera la suministró Egoin, con sede en Ea.

Todo ello apoyado en la experiencia de asociaciones sectoriales que agrupan toda la actividad ligada a la madera –forestalistas, industria transformadora y diseñadores de equipamiento–, centros de Formación Profesional y la Universidad Pública Vasca (EHU), entre otros.

Un ejemplo de colaboración pública y privada habitual en Euskadi pero enfocada en este caso hacia una materia tan tangible a pie de calle como es la vivienda.

Banco de pruebas

Parcela de Zorrotzaurre en la que se están construyendo alojamientos dotacionales de madera. Pankra Nieto

El proyecto era un banco de pruebas y fue premiado por la Asociación de Gestores Públicos de Vivienda y Suelo del Estado. La lista ha crecido desde entonces con otras siete actuaciones, cinco de ellas en Bizkaia. Sestao, con siete VPO de estructura de madera ya terminadas, dio el siguiente paso. Y en estos momentos hay dos obras en marcha en Bilbao, una en Monte Eretza (San Adrián) y otra en la parcela AD-1 de Zorrotzaurre. En el primer caso se trata de otras 19 VPO y en el segundo, de 57 alojamientos dotacionales destinados a familias con dificultades de acceso a una vivienda digna en régimen de alquiler para facilitar la rotación.

Con esa misma tipología está pendiente de inicio de obra la construcción de 10 alojamientos en Otxandio. Otra promoción de 12 VPO está la espera de licitación en la calle Gimnasio de Zabala-Bilbao La Vieja. Sin embargo, la apuesta por la construcción industrializada, por acortar los plazos de edificación en definitiva, va más allá de la madera.

El Gobierno vasco impulsa en Sopela la promoción de vivienda protegida “con mayor grado de industrialización de su historia”. En total, se están promoviendo 57 viviendas protegidas en alquiler (VPOa): una promoción de 33 viviendas en la calle Loiola Ander Deuna 51 y otra de 24 en la calle Telleri 1. Ambas están financiadas con Fondos Next Generation de la Unión Europea y han supuesto un presupuesto de edificación y urbanización vinculada conjunto de 8,5 millones de euros y una inversión total de 9,2 millones.

La construcción modular gana espacio en la protección oficial de vivienda, que requiere de estímulos adicionales para ganar peso en Bizkaia. Y el tiempo, acortar la duración de la obra, cotiza al alza en el sector del ladrillo cuando el precio está regulado.

LA HUELLA DE LA MADERA

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PROMOCIONES

La Sociedad Pública de Vivienda Protegida, Visesa, está detrás de 8 construcciones de VPO con estructura de madera.

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De Hondarribia a Zabala. Un bloque de 65 VPO en Hondarribia fue la primera actuación y ya está en uso. Hay otros siete pisos de protección oficial en Sestao también terminados y 19 en Monte Eretza (San Adrián) en fase de construcción. Otras 14 se están edificando en la localidad alavesa de Elciego. Están también en fase de construcción 57 alojamientos dotacionales en la parcela AD-1 de Zorrotzaurre. Además, pendiente del inicio de la obra están proyectados 10 pisos protegidos en Otxandio. Y a la espera de llicitación 83 alojamientos dotacionales en Riberas de Loiola (Donostia) y 12 VPO en la calle Gimnasio en Bilbao La Vieja.

Sopela. Al margen de la madera, Visesa arrancó en julio en Sopela la promoción de vivienda con mayor grado de industrialización de su historia. Son 57 pisos y el 90% de la infraestructura llegará al solar ya construida.