Síguenos en redes sociales:

El sacacorchos

Jon Mujika

Algo más de cinco pies

HUBO un tiempo en el que la calle era cruel y se aplicaba en el manejo de los versos chuscos y disparatados. Muchos de ustedes lo conocerán. La gente mas malintencionada decía algo así como “hazte munipa y engorda la tripa” y se quedaba tan ancha. En sus orígenes –va camino de los dos siglos, habida cuenta que nació el 8 de noviembre de 1844...– la Policía Municipal de Bilbao exigía requisitos que hoy asombran. Había que tener “cinco pies y una pulgada de estatura” (1,42 centímetros) y “saber leer y escribir”. Qué lejos suenan esas exigencias.

Visto el retrato robot medio de la gente que conforma la XXI promoción de la Policía Municipal resulta imposible recitar aquellas palabras de aquellos quevedos de baja estofa. Las 57 personas de la última convocatoria unificada para agentes de policías locales organizada por Eudel y el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco que tienen Bilbao como destino presentan una planta atlética y una formación de lo más avanzada. Y vistos en formación, la nueva selección recuerda a la presentación de uno de esos equipos que ha posado para el presente Mundial, si no fuese porque se trata de un plantilla mixta. Es más, rondan la media de los 32 años de edad y van equilibrándose en cuestiones de género: la de hoy es la promoción con más presencia femenina de la historia de la Policía Municipal de Bilbao. El 33% son mujeres frente al 27% de la anterior, la de 2021. Será porque se lo han ganado.

En los tiempos de ese más allá de los cinco pies la mayoría de los conflictos se podían solucionar con una interpretación patriarcal de la ley, más que con la aplicación estricta de las normas. Los vecinos conocían a los guardias por el apodo (Panchiquirru, Panchicoles, etc., más que por su verdadero nombre...). Hoy nada de eso es posible en Bilbao, pero la ciudad mantiene un punto de orgullo viéndoles. Parecen un ejército de la calle muy bien preparado.