Todavía queda viva gente que recuerdan los largos viajes de dos horas para ir de Arratia a Bilbao y viceversa o los trayectos diarios para llegar a su puesto de trabajo en la Dinamita, de Galdakao, la Vasconia y Firestone de Basauri o Euskalduna, de Bilbao; gente que vio un continuo trajín de ganado y productos del campo hacia la capital, así como del carbón, montañeros y todo tipo de productos manufacturados que desde Bilbao se transportaban tierra arriba. El legendario tranvía de Arratia tuvo su tiempo, fue todo un medio de transporte, uno de los más celebres de Bizkaia que dio sus primeros pasos, aquel primer tramo de nueve kilómetros entre Lemoa y Artea, provisionalmente con tracción animal.
De aquellos días apenas queda nada. A lo sumo la memoria de los supervivientes, algún que otro libro, alguna que otra canción y la huella del trazado, De aquel adiós un crónica de la época decía “¿Y donde van a ser llevados?. Bueno, si ese acuerdo del que hablamos se lleva a efecto, uno se instalará en el Bolinchu (La Peña). Va a ser adquirido por el conocido Elicio, para instalar sobre él un merendero público. Una idea simpática, que estamos seguros tendrá una buena acogida” Hoy, cuando se anuncia que por aquella vía se va a crear un paseo, era obligado acordarse de todo aquel mundo.