L libre acceso público a los documentos -mensajes, cartas, conversaciones...- depositados por el lehendakari -ahora en funciones-, Iñigo Urkullu, en el monasterio de Poblet, el Archivo Histórico de Euskadi y la Fundación Sabino Arana sobre su labor de mediación y facilitación del diálogo en el grave conflicto institucional de Catalunya permite no solo conocer de primera mano la intervención del mandatario vasco, sino entender todo lo que ha venido sucediendo en torno al procés y la actuación de sus principales protagonistas, sus certezas, sus muchas dudas, sus miedos y sus intereses, unos más legítimos que otros. En los más de 600 folios que forman parte de la documentación, consultada por DEIA, Urkullu da cuenta de su proceder desde una posición cercana, de implicación y compromiso con la búsqueda de una solución racional, viable y legal, pero al mismo tiempo equitativa, crítica, leal y honesta. Aunque ya se conocía buena parte de sus intervenciones, ratificadas en su declaración como testigo ante el Tribunal Supremo, las notas del lehendakari dejan clara la “confusión permanente” que percibió tanto en el entonces president Carles Puigdemont como en el expresidente Mariano Rajoy, aunque también en Pedro Sánchez, y su “desolación” ante el desarrollo de los acontecimientos. El cambio radical en la actuación de Puigdemont al negarse a adelantar la convocatoria de elecciones que hubiera desactivado la aplicación del artículo 155 que cercenó el autogobierno catalán y la intransigencia de Rajoy dieron al traste con todos los intentos del lehendakari de hallar una solución que hubiese podido cambiar de forma radical el curso de los acontecimientos. En cualquier caso, su labor desinteresada queda ahora para la historia desde la perspectiva de un protagonista colocado en segundo plano pero con una actuación trascendental, sin perjuicio de las versiones de parte y las investigaciones, indagaciones o interpretaciones sobre los hechos. Cabe reseñar que, tras lo acontecido y pese a ello, Urkullu no dejó de intentarlo e hizo llegar al nuevo presidente Pedro Sánchez una propuesta que incluía una consulta popular legal y pactada previa a la ne-gociación con Catalunya. En uno de sus do-cumentos, el lehendakari insiste en que, pese a todo, seguirá “a disposición”: “Creo firmemente en lo que he hecho”, afirma. El futuro dirá si hay una nueva oportunidad.