Todo el mundo conoce al príncipe heredero saudí -Mohamed Bin Salman-, pero son pocos los que saben que la auténtica eminencia gris del mundo árabe es el príncipe heredero de los Emiratos Árabes, Mohamed Bin Zayed Al Nahayan.

El protagonismo del heredero saudí ante la opinión pública mundial es lógico, dada la importancia de su país en el sector de los hidrocarburos y las enormes reservas financieras de que dispone. Pero el inspirador -para no decir el mentor- de la actual política saudí tanto en el interior como en el exterior es Bin Zayed, nacido hace 57 años en el gran oasis de Al Ain, y padre de nueve hijos.

El carácter y la política del príncipe Bin Zayed se caracterizan por una extrema bipolaridad, una conjunción -se podría decir- de incompatibilidades. Así, en lo personal, Bin Zayed, que es quien de hecho gobierna el país, es tanto el impulsor de la modernización de los Emiratos como un fanático ecologista y apasionado en cetrería. Se gasta un dineral de su fortuna personal en el mantenimiento de una fundación -la Muhammed bin Zayed Species Conservation Fund- y al mismo tiempo desembolsa enormes sumas del Erario público en la guerra del Yemen y en dotar a los Emiratos de un ejército dotados de los armamentos más modernos.

En realidad, la conducta del príncipe heredero está condicionada por una evidencia - la de que el futuro del país se halla en la construcción, con el dinero del petróleo, de una economía que no dependa del petróleo- y una convicción. Esta última se podría llamar incluso una intransigencia absoluta: repudia tajantemente todas las herejías islámicas -con el chiísmo iraní a la cabeza- que considera que son intolerables. Y si, para él, el Irán de los ayatolás es el enemigo número uno, los Hermanos Musulmanes ocupan el número dos. En más de una ocasión se ha referido a ellos como “terroristas”.

Esta convicción explica el empecinamiento con que prosigue la guerra del Yemen que para él y su colega saudí no es más que un escenario demasiado próximo del expansionismo iraní. La rebelión de los huti contra el Gobierno yemenita está financiada y equipada por Teherán.

La inflexibilidad con que trata de imponer su política Bin Zayed quizá se deba a su educación militar. Se formó en la afamada academia militar británica de Sandhurst en la que ingresó al cumplir los 18 años y que le otorgó el título de piloto de helicóptero. Su formación militar determinó a su padre, fundador del Estado, nombrarle en 1993 jefe del Estado Mayor y luego ministro de Defensa. Debido a la enfermedad del padre, Mohamed bin Zayed es quien lleva las riendas del emirato desde hace años.