Cuando el actual flamante candidato a lehendakari de EH Bildu tenía 15 años ETA asesinó a Manuel Zamarreño con una moto-bomba en Errenteria. 25 años después, el designado por Arnaldo Otegi para el cambio de rumbo de la izquierda aber-tzale Pello Otxandiano pontifica, sin condenar este ni otro asesinato, que la organización terrorista ha asumido su responsabilidad política por “lo suyo”. “Lo suyo”. ¿Qué es “lo suyo” para la coalición soberanista?. ¿Cuándo se ha asumido esa responsabilidad?. En otro tiempo, esta reflexión habría llenado periódicos. Hoy, pasa sin pena ni gloria escondida en mensajes de otro calado, con otro objetivo. Asistimos a la reconversión de una EH Bildu más posibilista, pactista, pragmática, alejada del lío y con el desarrollo de una estrategia de marketing político digna de mención. Nada de aquella EH Bildu que llama fascista al PNV. No. Ahora le invita a cogobernar y le llama progresista. Y así, da muestras con buenas palabras, medidas hasta el milímetro, de que está preparada para dar el salto a la Lehendakaritza sin despejar no ya solo la duda de qué quieren hacer en materia de convivencia, sino cómo irán de las palabras a los hechos en otras muchas cuestiones vertebradoras de nuestro país: Osakidetza, Ertzain-tza, Medio Ambiente, Hacienda. Política penitenciaria. “Es un nuevo tiempo” decía Pello Otxandiano esta semana en una entrevista. Comparto. Es un nuevo tiempo donde la izquierda abertzale llega blanqueada por sus pactos en Madrid y Navarra con un flamante candidato a lehendakari vestido de americana que no se altera y que dice las mismas cosas que siempre pero con otro tono, de otra manera. Y así, de sus palabras, concluimos que de lo de ETA y el daño injusto causado a esta sociedad, como siempre, si acaso mejor lo dejamos para otro día. O para otro siglo. O para siempre.