Hamás será una organización terrorista yihadista inmisericorde, pero sabe de qué va esto, sabe de política, de populismo, de marketing. La liberación de rehenes a cambio de la excarcelación de presos le ha servido para vender una victoria entre el castigado pueblo palestino, como se ha visto de manera evidente. Y al segundo día de tregua, retrasó esta entrega de secuestrados, jugando con los tiempos. También ha sabido leer para su causa, aunque retorciendo palabras y argumentos, las críticas de Pedro Sánchez a la criminal respuesta israelí a los ataques del 7 de octubre. Una eficaz guerra dual.