Acierto pleno. Equipo de redacción, estrenado el pasado jueves en ETB2, es una magnífica muestra de cómo puede hacerse información innovando en el modo de elaborarla y proyectarla. Su virtud está en la implicación de los cinco periodistas y su director, Sabin Egileor, como protagonistas de las historias sin menoscabo de su objetividad. Han inventado la redacción de cristal y en su transparencia nos permiten observar el proceso de creación y sus diferentes fases. Hasta ahora los reportajes tenían una sola cara, la de presentador, mientras los redactores quedaban ocultos. La diferencia es una noticia con firma y no anónima. Mucha necesidad tienen los comunicadores, deshonrados por la crisis y el cambio digital, de reconocimiento e identidad profesional, algo que la televisión puede brindarles más que ningún otro medio.
El problema es que los periodistas no son actores o actrices. No enseñan eso en la Facultad. Ni siquiera aprenden retórica y oratoria y menos aún artes escénicas. Y lo normal fue que les faltase naturalidad y fuerza expresiva en sus intervenciones en este primer ensayo. Solo hay que dejarse llevar y perder ese pudor, tan vasco, de exhibirse en el espectáculo de vivir cada momento. ¡Qué bueno es perder el miedo! Lo que sería inaceptable, por frívolo, es que hicieran lo que ese mismo jueves aconteció en ¡Qué me estas contando!, cuando se forzó a dos tertulianos a disfrazarse de boxeadores, remedo de las prácticas del oprobioso Sálvame, de donde procede su conductor.
La fortuna hizo que el tema elegido, la pederastia, coincidiera con el escándalo del cura depredador sexual en la diócesis de San Sebastián. Las lágrimas de las reporteras del Equipo de redacción fueron tan auténticas como los testimonios de las víctimas de violación en su niñez y la delicada entrada de las cámaras en una sesión terapéutica. Se agradece mucho este brillante producto de radical servicio público. Hay mucho margen para el éxito social de la televisión vasca, obligada a reinventarse. Objetivo: más diferencia y menos indiferencia.