Sin exquisiteces, sin exceso de brillo, pero contundentes en el arranque. Así salió el Athletic en El Sardinero para certificar que la Copa hay que jugarla así. El respeto visitó Lezama la jornada previa en boca del míster y este se lo trasladó a los suyos. No era necesario hablar más. Con Raúl en el campo la tensión está garantizada y ninguno de sus compañeros puede bajar la guardia. Él marca el listón de la intensidad y felizmente siempre es altísimo. En este tipo de choques es aún más importante.
El partido tuvo poca historia y la que hubo la escribió el equipo de Valverde que tiró de profesionalidad para encarrilar la eliminatoria. La vuelta debe ser un trámite y un buen momento para dar minutos a los menos habituales.
Una de las mejores situaciones que nos brindó el partido de El Sardinero fue que muchos titulares descansaron. Iraizoz jugó de titular y Valverde contó en sala de prensa que la liga es para Kepa y la Copa y Europa League para Gorka. Los más optimistas hablan de problema resuelto. Yo tengo dudas. Está claro que la mayoría apuesta por el de Ondarroa, pero, cuidado. La meta del Athletic no es sencilla y lo que hoy nos parece maravilloso en dos actuaciones erróneas se torna en dudas. A mi entender a Gorka no se le ha valorado en su justa medida. Sus dos últimas campañas han sido de sobresaliente. Quiero desear suerte a Iago, dale campeón.
Y mañana viene el Eibar. Ojo a los de Mendi, equipo potente y muy bien entrenado. Ya no son el club simpático que hacía gracia y presencia en Primera había quien la veía como una anécdota. Son un gran equipo que perfectamente puede ganar en San Mamés. @monjeondavasca