eSTRADA Fernández estuvo correcto con las tarjetas. En un partido con más juego subterráneo que otra cosa, el catalán tuvo que cortar por lo sano y eso que Raúl García tuvo suerte de no ver la roja, ya que una entrada por detrás de forma peligrosa y sin posibilidad de jugar el balón es siempre roja. El único fallo grave lo tuvo el asistente, cuando en el minuto 85 anuló un gol a Andone por fuera de juego que no existía, pues estaba habilitado por De Marcos.

En el minuto 6, Joselu cayó en el área por la entrada de Laporte, que tocó balón y luego chocó con el jugador, por lo que no hubo penalti. En el 47 existió fuera de juego de Andone antes de la entrada de Bóveda, que sí cometió penalti, pero la jugada estaba ya invalidada, por lo que ahí sí acertó el juez de línea. Y en el minuto 81, la falta de San José a Marlos no fue dentro del área, sino fuera, aunque por poco.

En definitiva, Estrada llevó correctamente el partido y lo único raro fue que cuando salió Lekue, muy revolucionado, hizo varias faltas al final del tiempo reglamentario totalmente innecesarias.

Hay que pensar que los árbitros unas veces perjudican al Athletic y otras la favorecen, como ocurrió en el partido de ayer ante el Dépor.