MARTÍNEZ Munuera tuvo un partido bastante limpio para lo que estamos acostumbrados cuando entra en acción el Atlético de Madrid. Todo fue debido al comportamiento de los jugadores, que estuvieron muy correctos. De hecho, no hubo ningún amonestado. El colegiado de Benidorm se equivocó poco en un partido tan exigente como el de anoche. Aunque el público de San Mamés protestó más de una jugada, su papel no intervino en el resultado final del encuentro. En el minuto 5, Iraizoz coge el balón fuera del área, por lo que debió pitar libre indirecto. Se equivocó porque no señaló nada. En el minuto 38, Fernando Torres se adelanta correctamente a Eneko Bóveda. El gol es legal porque no hay fuera de juego del delantero colchonero. En el minuto 42, en la jugada más polémica del partido, Iraizoz choca de forma fortuita con Viguera y se queda tendido sobre el césped. El balón cae en Thomas y el jugador de Simeone, en lugar de tirar fuera de forma deportiva, chuta a portería. Por suerte para el Athletic, el disparo da en el palo. El fallo es del árbitro, porque tuvo que detener el partido. Un arbitraje correcto y un Atlético de Madrid que defiende muy bien y que encaja muy pocos goles.
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