LOS jugadores tantean a los árbitros, pero hay una premisa, que es que estos no pueden aceptar las protestas reiteradas y si hace falta, se saca la segunda tarjeta amarilla al futbolista correspondiente. Esto no lo hizo ayer en La Rosaleda Sánchez Martínez, que demostró que sigue verde. Lo primero que necesita un colegiado en Primera División es el control del partido. Eso es lo que no hizo el murciano. Además, tuvo una actuación nerviosa, como lo demostró en su debut en San Mamés en el derbi ante la Real Sociedad. Lo único bueno en Málaga fue que en el primer tiempo perjudicó al Athletic y en el segundo acto al conjunto andaluz. Repartió los errores por igual y en lo que acertó fue en no aplicar la ventaja en situaciones de mucho contacto. Los árbitros asistentes tampoco le ayudaron, ya que en el segundo tiempo favorecieron a los rojiblancos al señalar tres fueras de juego al Málaga que no eran. Una de las jugadas más polémicas tuvo lugar en el minuto 15. No hay penalti de San José sobre Charles, ya que es un choque legal entre ambos dentro del área del Athletic. En el 24, Lekue no hace falta sobre Juanpi cuando controla el balón y chuta a puerta. En el minuto 53, Albentosa se preocupa de agarrar a Raúl García, que se defiende. El navarro es más listo y remata de cabeza para hacer el 0-1. El gol es totalmente legal.
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