lO peor es no tener identidad. Bueno, peor es si la tienes y no la encuentras. Está claro que el Athletic la tiene, lo ha demostrado en muchas ocasiones. Un bloque agresivo, que va al ataque y le mete un ritmo endiablado a cada una de las acciones. Ese es el equipo que nos gusta y nos levanta del asiento. Puede fallar y ser impreciso pero lo demás lo lleva de serie. Lo que nunca va a gustar es un grupo conformista que no se sabe bien a qué juega y que cede al rival el peso del partido y le deja campar a sus anchas.
Los de Valverde llevan varios partidos en los que no dominan. El de enfrente coge el timón y a partir de ahí los leones ceden metros y metros y se caricaturizan. Es en ese instante cuando sus enteros empiezan a descender y se erigen como uno más de la liga. Un equipo vulgar que es incapaz de sacar ventajas e imponerse a rivales menores, incluso en casa, como el domingo pasado ante el Granada que venía con el agua al cuello y un once en el que solo tres jugadores gozan de nivel alto. Es más, los granadinos llegaron a jugar con uno menos ya que Márquez ni estuvo en el partido.
Urge encontrar de nuevo esa chispa que hace del conjunto rojiblanco un rival incomodo y temido. Si por algo se distingue la tropa del Txingurri es por lo que hacen sufrir al resto. Nadie quiere jugar contra ellos cuando están en modo On. Ese es el camino y lo peor o lo mejor es que todos lo saben. Lástima que a veces parece olvidárseles. Está en todos y cada uno volver a ese punto en el que no hace falta depender del rival. Simplemente con lo propio basta.
El jueves no vale fallar, no está permitido. Al mínimo error el sueño europeo se puede escapar y pese a la dificultad del equipo andaluz sigo creyendo que haciendo bien los deberes se puede pasar perfectamente a las semifinales. Ni Raúl ni Laporte para la cita, pero con un ramillete importante de jugadores que deben dar no un paso sino dos al frente. El Athletic está cerca de escribir un página mas de su brillante historia. Entre todos, UEFA posible.
@monjeondavasca