la coincidencia de dos óperas de gran nivel con la Feria de artistas callejeros de Leioa es un ejemplo de la variedad en la oferta cultural existente. La Umore Azoka. Feria de artistas callejeros de Leioa constituye un punto de encuentro internacional para teatreros de numerosos países. En la edición de este año, los organizadores han tenido que elegir entre más de trescientas propuestas procedentes algunas desde muy lejos.

En estos días, se presentan 54 espectáculos muy diversos. Trece de ellos son estrenos absolutos. Hay teatro, circo, danza, payasos, música y performances. Se oferta una docena de obras vascas. Otras tantas o más llegan desde Cataluña. También los hay de Andalucía, Castilla León o Valencia. No faltan tampoco compañías que llegan desde Francia, Holanda, Polonia, Italia, Israel, Reino Unido, Rumania y Turquía. Es imposible hacer recomendaciones. Hay que estar allí, mirar en cada momento las ofertas existentes y dejarse llevar por las muchas tentaciones que se producen en todo momento.

La ABAO cierra su temporada con una ópera emblemática como es La Bohéme de Giacomo Puccini, una de las más populares y solicitadas por los aficionados. Ha sido alabada por la capacidad para crear atmósferas emocionales y contrastes en la tensión teatral. Con dos primeros actos juguetones y dos últimos dramáticos. Es una bella reflexión sobre la fugacidad de la juventud y la felicidad, con la inesperada llegada de la enfermedad y la muerte. El papel de la protagonista Mimí siempre ha sido un test para las sopranos. En este caso, asume el reto Inva Mula. A los directores de orquesta les puso el listón muy alto Arturo Toscanini, que la dirigió en el estreno. Esta vez, lo hace Miguel Ángel Gómez Martínez. De la escena, se encarga Emilio Sagi.

En el Teatro Arriaga, hay posibilidad de degustar otra joya operística, Il mondo della luna, de Joseph Haydn. Es un drama giocoso basado en una obra de Carlo Goldoni. Constituye una sátira divertida de los vicios y defectos de la sociedad del siglo XVIII, que son muy parecidos a los actuales. Los nombres de esta producción son de poner en mayúsculas. La dirección musical de Jesús López Cobos y la escénica, de mismo Emilio Sagi. Cuenta con intérpretes como Carlos Chausson o Maite Beaumont.

En el Teatro Barakaldo, se ofrece Auto de la sibila Casandra, una pieza de Gil Vicente, divertida y poco convencional. Actores, música, escenografía, vestuario e iluminación se juntan para convertirla en una joya escénica bajo la dirección de Ana Zamora.

Para conmemorar que estamos en el mes de la danza, el coreógrafo y bailarín catalán Cesc Gelabert está en varias localidades vascas con su Un día con el público. Puede ser encontrado, por lo menos, en Elorrio y Barakaldo. Estrenará tres solos y realizará algunas retrospectivas. En Amorebieta, la compañía de danza Aukaran interpretará Burnia, con su visión artística sobre el mundo del hierro.

El espacio contemporáneo de la Cúpula en el Teatro Campos Elíseos, nos ofrece doble programa. La compañía Mamá crea nos trae ¿Se puede?. Es un espectáculo de humor, unipersonal, gestual, divertido, con gags, manipulación de objetos y movimientos cómicos. Estudio para el amor, la muerte y la paciencia, de Juan Diego Calzada, nos empuja hacia espacios teatrales donde los conceptos de intimidad o tabú carecen de sentido. Hay connotaciones con el teatro pánico o el de la crueldad.