2011: Horribilis
ante la cercanía del fin de año, les propongo hacer un balance de estos últimos doce meses. Reconozco que, en estas fechas, la tradición marca ese ritual de felicitaciones y buenos deseos. No obstante, viendo los resultados, se hace difícil hablar en esos términos cuando sólo cabe calificar a 2011 como un annus horribilis en todos los sentidos humanos, sociales, laborales, económicos y financieros. Echando la vista hacia atrás no encontraremos un año tan duro y cruel como este que estamos a punto de abandonar. Será difícil de olvidar y, aunque sea brevemente, les invito a conformar con las letras de horribilis los aspectos más lamentables de los últimos meses.
H de hipotecas. Muchas de ellas impagadas y ejecutadas por los bancos mediante fríos y crueles desahucios que han dejado en la calle a miles de familias que no son morosas, sino que han perdido su trabajo y tratan de sobrevivir con el poco dinero que les queda hipotecando su propia vida, porque, sabido es que cuando hay dinero por medio es muy difícil la libertad.
O de obligación. Como corresponde al pago de la deuda soberana generada muchas veces por los gastos superfluos e innecesarios socialmente aunque, eso sí, muy rentables electoralmente. Una factura, incluida la prima de riesgo que ahora pagamos los ciudadanos en detrimento del Estado de Bienestar mediante ajustes presupuestarios que dejan sin recursos públicos para invertir y crear empleo porque las grandes deudas son un privilegio de la riqueza y la pagan los pobres.
R de reformas y recortes. En aspectos laborales, fiscales, salariales, etc., que, lejos de favorecer la contratación laboral, como se ha venido prometiendo y publicitando, tan sólo han generado un mayor desempleo, al tiempo que descendía el poder adquisitivo de los ciudadanos, lo cual ha empeorado el escenario socio-económico sin que ningún responsable entienda que un error puede destruir lo que mucho costó construir.
R de regulación. Tan necesaria como inexistente en el sistema bancario y los mercados financieros, los primeros causantes de la actual crisis y que, sin embargo, siguen marcando el ritmo de la vida en la economía occidental hasta el punto de tener capacidad para quitar Gobiernos democráticamente elegidos y poner en su lugar a tecnócratas afines a sus ideas neoliberales: En Italia, Monti (ex Goldman Sachs) y en Grecia, Papademos (ex Goldman Sachs). Si en el mercado hay más tontos que papel, la bolsa sube. Si hay más papel que tontos, la bolsa baja.
I de indigencia. Es el horizonte para millones de personas que han perdido sus puestos de trabajo y han sido echados de sus casas. La pobreza empieza a ser una realidad creciente como lo demuestra el aumento exponencial de personas que tienen que acudir a centros de caridad tras perder toda esperanza en los centros de justicia. La sociedad no necesita una limosna sino un amigo.
B de banquetes. Esas comidas o cenas en las los gobernantes y responsables de los países más poderosos se reúnen para dar contenido a las innumerables cumbres europeas o del G-20 donde para tomar medidas que luego apenas se ponen en práctica o terminan como papel mojado. La última de esas cumbres (con cena incluida) ha sido tan decepcionante como las precedentes pero siguen pensando que si yo me comí un pollo y usted ninguno, entonces nos comimos medio pollo cada uno.
I de inflación. Es decir, subida de los precios que restan capacidad de gasto a los ciudadanos y carestía de la vida, mientras sus ingresos disminuyen (funcionarios), se congelan (pensionistas) o desaparecen el subsidio de desempleo para quienes no tienen trabajo.
L de ladrones. Porque debemos llamar a cada uno por su nombre y hay muchas personas que se están enriqueciendo con la crisis. Ahí están algunas entidades bancarias e inmobiliarias que compran en subasta pisos a un precio que llega a ser un 40% inferior a su valor catastral y luego venden consiguiendo grandes beneficios. El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón.
I de instrucción o formación. Una asignatura imprescindible para tener una juventud preparada y competitiva en el mercado laboral. Pero una asignatura que sigue pendiente en la economía española por la falta de recursos económicos para su financiación y se deja notar en forma de reducción de gasto y destrucción de empleo entre los maestros, olvidando que el fruto de la educación es la sociedad.
S de sacrificio. Exigido al conjunto de la sociedad (excluyendo el sistema financiero y sus dirigentes). Si. Porque, lamentablemente, la dureza de estos últimos meses tendrá su continuidad y ampliación en el próximo año. Lo peor de todo es que no hay sacrificios inútiles, sino ineficaces.
Pese a todo, siento la necesidad de desearles que pasen unas buenas fiestas.