El gallinero europeo
lA semana pasada decíamos que "la democracia cede ante el capital". Hoy podemos afirmar que Europa es un gallinero. En efecto, agentes financieros y económicos, ajenos a la verdadera esencia de la democracia han conseguido descabezar dos gobiernos elegidos en las urnas en otros tantos países miembros de la UE y de la Eurozona, considerados como periféricos y contaminados por su inmensa deuda soberana. Pero, Papandreu y Berlusconi, forzados a dimitir por la Comisión Europea, el FMI y el BCE, ceden sus puestos a políticos ubicados más a la derecha que sus predecesores.
Después de todo, la acción de la troika no persigue la defensa de gobiernos que traten de sacar de la crisis a los países con dificultades económicas o presupuestarias, sino colocar al frente de ellos a personas que se adapten mejor a las exigencias del poder financiero. Así, podemos observar como en Atenas, a la sombra del Partenón (monumento construido por Pericles para proclamar la grandeza e independencia de las polis griegas y la victoria sobre los persas), el nuevo gobierno griego llamado de unidad nacional estará dirigido por Lucas Papademos, quien fue gobernador del Banco de Grecia desde 1994 hasta 2002.
Ahora bien, por si lo hemos olvidado, conviene señalar que Papandreu ganó las elecciones (en octubre 2009) con mayoría absoluta y poco después denunció que los anteriores gobiernos habían falseado las cuentas públicas para poder entrar en el euro, cumpliendo con los criterios de convergencia de Maastricht. Pues bien, cabe deducir que el ahora primer ministro fue, y es, responsable de semejante fraude como máximo responsable del organismo que debe supervisar las cuentas públicas. Sin embargo, no parece ser obstáculo para que los engañados acepten al engañador como primer ministro hasta las próximas elecciones (próximo 19 de febrero), mientras que no han dudado en destituir a Papandreu, cuyo único delito ha sido anunciar que consultaría a la sociedad griega si aceptaba o no las condiciones impuestas por la troika que obligaban a drásticos recortes sociales.
Respecto a la crisis italiana, creo que coincido como la gran mayoría de nuestros lectores al decir que es un alivio que il cavaliere Berlusconi, un personaje extravagante y soberbio (por no citar otras cualidades) haya dimitido. Empero,? ¿Quién le sustituye? Pues el economista Mario Monti, considerado, eso dicen, como un político sin militancia partidista (¿?). Su curriculum, no obstante, contiene algunos datos curiosos, cuando no preocupantes. Por ejemplo, es director europeo de la Comisión Trilateral, un lobby de clara orientación neoliberal creado en 1973 por David Rockefeller. Asimismo, es asesor del Grupo Bilderberg, cuyo oscurantismo e influencia pone los pelos de punta. Y, rematando la faena, también asesora a Goldman Sachs, uno de los grupos de inversión más grandes del mundo acusado de fraude en abril de 2010 por la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. por las hipotecas subprime.
Dicho en otras palabras, ¿alguien cree que Mario Monti se desviará algo de la corriente neoliberal que ha sido la principal causante de la crisis que pretende solucionar? Sin embargo, la UE, otrora defensora de los valores democráticos y del Estado de Bienestar, calla y otorga el beneplácito al asesor de un club secreto, cuyo poder es ilimitado, y de un banco especulador y acusado de fraude. No cabe duda de que seguirá los pasos socioeconómicos de su predecesor aunque, eso sí, con formas más ortodoxas, pero siempre al dictado del llamado mercado financiero que, como los billetes de 500 euros, se sabe que existe pero nadie sabe quiénes lo forman.
En los dos casos citados, tanto Papademos como Monti vienen a ser como poner a la zorra a cuidar el gallinero. Para entendernos, hacen méritos para resucitar al comediógrafo griego y principal exponente del género cómico, Aristófanes, y que escriba una de sus comedias. Claro que la realidad no está para estos quehaceres burlescos porque la tragedia humana se proyecta con más fuerza en Europa, sumida en un caos por la ineficacia de sus gobernantes para tomar medidas que estimulen y reactiven la economía y con ello crear empleo.
En otra parte del gallinero europeo estamos en plena campaña electoral y quienes tuvieron la paciencia y mejor voluntad de soportar el debate entre los dos principales candidatos para ocupar La Moncloa habrán podido comprobar que nada va a cambiar a partir del próximo domingo. Uno, Rubalcaba, sin credibilidad, aboga ahora por anteponer el crecimiento económico a la austeridad presupuestaria, algo que podría haberlo hecho cuando estaba en el Gobierno. El otro, Rajoy, no inspira confianza porque sólo habla de planes ambiguos para hacer reformas (laboral, fiscal, administrativa, etc.) pero no concreta nada, salvo "las que demandan el sentido común y Europa".
En resumidas cuentas, visto lo que les ha ocurrido a los primeros ministros griego e italiano, hace bueno un dicho castellano del siglo XV que reza: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".