LOS gobernantes siguen empeñados en hacernos creer que estamos saliendo de la crisis. Algunos, como Zapatero, no consideran como parados a quienes habiendo perdido su empleo realizan algún tipo de cursillo de formación profesional. Se trata de una realidad estadística porque desde 2008, cuando era ministro de Trabajo Jesús Caldera, se ha empleado este método para eliminar de las listas oficiales de desempleo a más de medio millón de personas. Otros, prometen un mayor control del sector financiero (Obama) o anuncian la refundación del capitalismo (Sarkozy).

Sin embargo, la realidad parece ser otra. Por ejemplo, la tasa de pobreza en EE.UU. se ha situado en el 14,3% en 2009 (supera el 25 % tanto para la población hispana como para la negra) y es la más alta desde 1994, con un total de 43,6 millones de personas pobres, récord histórico en términos absolutos desde que en 1959 se empezó realizar este tipo de estadística, aunque la tasa actual es 8 puntos más baja que hace 50 años. Todo ello después de que el "rescate financiero" lanzado por Obama en enero de 2009 (2 billones de dólares) haya triplicado el plan anticrisis de Bush y los bancos receptores han dejado de especular con el dinero procedente del sector privado para hacerlo con las ayudas públicas.

Este aumento de la pobreza en la mayor economía del mundo coincide con un espectacular crecimiento (estimado en el 5,7% anual) lo que demuestra como apenas ha cambiado el modelo socio-económico de los últimos años (capitalismo neo-liberal) el mismo que provocó la crisis y fue centro de encendidas declaraciones: "Si quieren guerra, la tendrán" declaraba Obama el pasado 21 de enero. Meses antes, el presidente francés hablaba de "refundar el capitalismo" y a primeros de este año declaraba "Tenemos que repensar para restaurar el capitalismo en su dimensión moral".

Hoy, a las puertas del otoño, el escenario deja en EE.UU. la mayor tasa de pobreza en los últimos 15 años y un claro enfrentamiento de los sindicatos franceses por las reformas anunciadas por Sarkozy. Agravando este peligroso escenario, el economista Sebastián Niño Becerra mantiene su teoría de que la verdadera crisis está por llegar y dibuja un panorama muy negro para la economía española al agregar que "la crisis será durísima por la estructura del PIB basado en el ladrillo, el turismo, el automóvil y en infraestructuras baratas ya insostenibles. O hay un cambio del modelo productivo capaz de absorber a toda esa población o vamos a una tasa de paro del 30%".

Una cosa parece clara: Obama, Sarkozy y Zapatero no dejan de hacer declaraciones, aunque la pobreza en EE.UU., los conflictos en Francia y el paro en España no se reducen. En realidad, con su incontinencia verbal, pese a que nada dicen, no dejan hablar a quienes tienen quizás tengan algo que decir para salir de la crisis.