Está casi unánimemente aceptado por los científicos que el Universo es el resultado de una explosión -el Big Bang- hace 13.800 millones de años. Y que la edad de nuestro sistema solar, incluyendo la Tierra, es de 4.600 millones de años. ¿Y antes del Big Bang, qué?
Escribía el que formuló la teoría de la evolución, Charles Darwin, en una carta a W. Graham, el 3 de junio de 1881: “El universo no es el resultado de la casualidad”. Y cuando reflexionó sobre ello se sintió obligado a reconocer la existencia de “una Primera Causa dotada de una mente inteligente y análoga en cierto modo a la del hombre”.
El escritor José Mª Gironella publicó en 1969 un famoso libro-encuesta -100 españoles y Dios- en que preguntaba a 100 españoles célebres si creían en Dios. La cantante Salomé respondía: “No. No creo en un Dios omnipotente que de pronto, aburrido, decidió crear el Universo y más tarde, en eso que llamamos Tierra, crear el hombre, con el propósito que este lo adorara. Además, ¿quién lo habría creado a Él?”. El periodista Jaume Miratvilles respondía: “Si Dios puede crearse a sí mismo, también puede hacerlo el Universo; y si Dios ha existido y existirá siempre, también podemos aceptar la idea de un Universo que ha existido y existirá siempre”. El actor y director Adolfo Marsillach respondía: “No entiendo un mundo con Dios. Lo que ocurre es que tampoco lo entiendo sin Él”.