No descubro nada si digo que la trayectoria deportiva de Rafael Nadal es impresionante. Es, evidentemente, dueño de su destino, porque se lo ha trabajado desde pequeño.
No obstante, empieza a ser hora (de hecho, creo que ya va tarde) de que no tire por la borda toda la carrera por algún cero más en la cuenta. A mí, y creo que a cualquiera que disfrute del espectáculo que ofrecen los buenos deportistas, me agradan más las filosofías de vida como la de Toni Kroos.