La nostalgia por el pasado y un ambicioso sueño municipal pusieron de manifiesto iniciativas vecinales e institucionales, una vez las bases de fusión y desanexión municipales llevaron a la aprobación de la correspondiente legalidad consistorial.

Los cambios de escenario consistoriales fueron distintos en Mungia y Usansolo. La existencia de dos ayuntamientos mungiarras -anteiglesia y villa- tuvo lugar en la Diputación de Bizkaia el 10 de octubre de 1900. El cuarto proyecto fue el aprobado por el Congreso de Diputados -ya contaba con el aval foral- pero necesitaba el trámite del Senado, que nunca llegó, porque la Constitución de 1876 -de Cánovas y Sagasta- señalaba “en caso de que no se produzca ningún acuerdo, la Diputación será la encargada”. Esta, dirigida por el liberal Enrique Aresti, dio por buena la fusión.

Por su parte, Usansolo, al desanexionarse de Galdakao, se convirtió en el municipio vizcaino 113. Las Juntas Generales aprobaron en 2022 su formación de ayuntamiento independiente. La abogacía del Estado recurrió ante el TSJPV la reguladera ley de bases del régimen local no respetada -5.000 por 4.500 de Usansolo-. No fue inscripta en el registro de entidades locales como municipio independiente. El pasado diciembre, mediante el acuerdo PNV y PSOE, Usansolo pasó a ser nueva localidad independiente.