Tres famosos dizque payasos son los protagonistas de la antepenúltima astracanada, bufonada en pro de los presos etarras. Flaco favor hacen a los auténticos payasos de siempre: el clown acompañado por dos augustos que tanto nos han hecho reír de forma sana; esta troika payasesca no tiene el menor empacho en utilizar niños para su función ideológica adoctrinadora circense. Cantan que “estamos esperando en la calle, la llave está en la calle, presos a casa” como parte de la campaña Giltzak (llaves) promovida por la plataforma Sare. ¿Han pensado en apoyar una campaña cuyas llaves abran las puertas de los 379 asesinatos sin esclarecer? ¿Han acudido a alguna fiesta con llaves que abriesen las puertas de la alegría y la risa a niños huérfanos a causa del terror? ¿Han llevado llaves para que madres y viudas inconsolables esbozaran al menos una sonrisa? Utilizan la fiesta y algarabía para blanquear a sujetos que infligieron un dolor atroz cuyas heridas supuran ante esa bufonada esperpéntica. Este trío de mal llamados payasos banalizan, trivializan y frivolizan el sufrimiento padecido por mucha gente. Actúan como bufones teloneros de la plataforma Sare para “abrir las puertas de la solución y convivencia”: ¿Qué solución? ¿Solución para qué? Llaman convivencia cuando en realidad exigen sumisión. Los graciosillos se hacen llamar Pirritx, Porrotx y Marimotots; maldita la gracia que creen tener. Les sugiero una temporada en el circo de Fofito para que aprendan. No prostituyan la palabra payaso.