La DYA de Bizkaia se hunde por culpa de unos mangantes que quisieron lucrarse, hacer negocio con dicha organización y al parecer nadie se mueve para evitarlo, ni las instituciones públicas, las más obligadas ante la labor desarrollada, ni entidades privadas e incluso ni la propia sociedad, pese al bien que ha venido y viene desarrollando para todos desde su creación por el Dr. Usparicha y un grupo de voluntarios sin ánimo de lucro, organismo solidario que bien merece ser tenido en cuenta y ayudado, gracias a las muchas personas involucradas en su desarrollo y labor que pese a todo siguen al pie del cañón. Confíemos que llegue esa ayuda tan necesaria y puedan salir a flote siguiendo con su obra solidaria y desinteresada, así como quienes la han llevado a esta situación purguen su responsabilidad.