Por el interés te quiero Andrés
¿Somos un club único en el mundo? o ¿solo lo somos para lo que nos interesa?
Hasta hace unos tres años, los entrenamientos en las instalaciones de Santa María de Lezama eran a puerta abierta. Entrenamientos a los que, como familia rojiblanca, acudía una variopinta afición, pudiendo disfrutar, con una conducta ejemplar, de algo especial en sus vidas. Excursiones escolares, ancianas y ancianos de distintas residencias, asociaciones de personas discapacitadas, aficionados de a pie que se acercaban cualquier día de la semana sintiendo esa cercanía con el club, con los jugadores del primer equipo (también Bilbao Athletic y femenino), pudiendo estar y participar de manera indirecta en sus rutinas diarias, siendo testigos directos del día a día rojiblanco, sintiéndose uno más, facilitando y fortaleciendo el sentimiento de pertenencia hacia un club inigualable, único en el mundo. ¿O ya no tanto?
El Athletic se bunkeriza, un mes sin entrenamientos a puerta abierta
Es cierto que la pandemia nos ha cambiado muchos hábitos que teníamos interiorizados, aunque el problema que transmito comenzó a tomar fuerza muchos meses antes que apareciera la pandemia. Primero fueron dos días a puerta cerrada, luego tres, luego cuatro y así hasta la totalidad de las sesiones semanales. Hoy, día que escribo, la totalidad de las sesiones de entrenamiento programadas para el mes actual son a puerta cerrada. ¿Somos un club único en el mundo? o ¿solo lo somos para lo que nos interesa? Por el interés te quiero Andrés.