Fiestas de San fermín. Zaldikos, gigantes y cabezudos. Los dantzaris. las vergas con vejigas hinchadas de aire, los capirotes de colores, los niños y su alegría corriendo y saltando, el asombro de los más pequeños, las lágrimas de otros, los brazos de los abuelos, abuelas, padres primerizos y el placer de acaballar en los hombros a los más menudos. La cara amable, pura de la fiesta, aunque alguno de ellos tengan cara de amargado, mala leche, por eso le llaman Cara Vinagre. Representación jocosa de la vida real, júbilo, alegría. Helados, chucherías, gominolas, dulces mil de colores, manchas en la ropa blanca, faja, pañuelico rojo y faja roja, alpargatas blancas de esparto con lazos rojos cruzados, jotas, cantos infantiles, ruido, mucho ruido, txarangas, tamboriles, repiqueteo, dulzainas, txistu, peñas, toros y vacas corriendo por la calle y en la plaza, por la mañana, mulillas acicaladas con cascabeles, barracas, autos de choque mañana y tarde, circo, payasos. Pura fiesta, alegre y sana, sin necesidad de embrutecerse como los mayores. La gran fiesta del año: San Fermín txiki.