Posiblemente estas dos palabras en lo único que se parezcan es que las dos empiezan por la letra P. Paradójicamente, estamos ante uno de los mayores desastres epidemiológicos que más vidas se está llevando por delante, pero y la política ¿qué ejemplo estamos dando de país en desunión? Estamos viviendo unos momentos políticos, prácticamente atemorizados por unos partidos fascistas, despóticos totalitarios e impresentables que solo demuestran odio contra el poder establecido legalmente y que nos recuerdan a tiempos similares a vísperas del 36; por este motivo deberemos estar ojo avizor, ya que los poderes fácticos están al acecho de cualquier acontecimiento del que puedan sacar beneficio político. Da asco y repugnancia escuchar declaraciones tanto al señor Casado o el señor Abascal, ambos representantes de la más rancia política europea y que al final solo quieren ponerse por encima del poder establecido, de forma fascista y dictatorial a la antigua usanza ya conocida y sufrida por nuestro pueblo. Vox quiere monopolizar este asunto como un tema suyo y culpa al Gobierno de los ataques contra el rey, aunque aquí también se une el Partido Popular y ambos acusan a Pedro Sánchez y al Gobierno de las muertes por coronavirus en toda clase de reuniones y plenos sobre el control de la epidemia y siguen enzarzados con gran virulencia política en la gestión de la pandemia en Madrid, en la que su presidenta, señora Ayuso, es de la misma índole fascista a la que pertenece su partido. Mientras, los partidos políticos se asoman al abismo de sucumbir ante la pandemia del covid-19 y son incapaces de ofrecer una respuesta competente a la crisis, jugándose su credibilidad y poniendo al Estado español en ridículo por incompetente en el tema tanto político como el de la pandemia.NOTA DE REDACCIÓN. Las cartas no deben superar los 500 caracteres y deben estar identificadas. DEIA se reserva el derecho a la edición.