El batzoki de Urduliz es el 33 de los batzokis asaltados y saboteados en los últimos días. Se dice del 33 que es un número de músico. Les pediría a esos aprendices de pintores de brocha gorda, que dejaran de ensuciar las paredes, dado que estas nos les han hecho daño alguno, y que se fueran con la música a otra parte. Les quiero recordar que la violencia, sea escrita o de cualesquiera otra índole, es el último recurso de los incompetentes; y que la agresividad que nos demuestran con sus pintadas es un signo de debilidad, ya que es el argumento de los torpes.