No me digan que no es escandaloso que vayan a venir a la fiesta del G7 los mandatarios y mandamases del mundo, rodeados de todo lujo, seguridad, parafernalia y, sobre todo, cerrando a cal y canto todo aquello que pueda enturbiar la sesión plenaria. Mientras los mandatarios van llegando a Biarritz, cada uno va buscando su acomodo y seguridad para aparcar a sus huestes. Mientras tanto, en el Mediterráneo van cayendo inmigrantes y más inmigrantes al fondo del mar y otros son detenidos en medio del mar sin poder se rescatados por los países europeos. Es escandaloso, que para unos todo son luces, aplausos y loas mientras otros padecen la negativa a desembarcar y a ser cuidados por los países europeos. Este es el mundo que queremos, este es el mundo del que nos hemos dotado, el G7 es una muestra de países ricos que miran por encima del hombro a los demás. ¿No sería mucho más honrado buscar un acomodo a los inmigrantes y que los miembros del G7 pusieran sus empeños en estudiar el problema que supera a los países europeos y al que no saben darle una solución acertada y honrada? Por favor, menos cierre de fronteras, menos tropas y policía y más, mucha más consideración con los pobres inmigrantes que se juegan la vida por alcanzar un trozo de felicidad y de paz. Háganlo real y miren que todos aquellos que pierden la vida en el Mediterráneo por culpa de sus negativas a desembarcar algún día les pasaran factura por no haberles atendido adecuadamente.