¡Nunca habrá referéndum de autonomía! ¡Nunca habrá independencia, en Catalunya ni en ningún otro cacho de España! La rotundidad del Sr. Sánchez nos retrotrae al siglo XIX, cuando en Morelos (México), el cura Hidalgo lanzó el primer grito de libertad en las machacadas colonias americanas. Según los Sánchez del momento nunca México dejaría de ser España, porque el Estado de Derecho y la sacrosanta Constitución no lo permitían, porque los mexicanos eran tan españoles como los de la Puebla de Don Fadrique, porque patatín y porque patatán. Hoy en el Caribe y en las naciones continentales americanas desde el río Grande hasta la Patagonia los españoles son tan extranjeros como los suecos. Siguieron Filipinas y todas las otras colonias y hoy en el Estado español, el sentido de nación que cada día es más fuerte y gana más adeptos en las naciones con conciencia de serlo, ajustará los flecos de aquel imperio que se quedará en sus caireles y en sus faralaes.