He leído y oído que los pobres productores de naranjas españoles están sin poder venderlas, porque están entrando muchas de Australia. Creo que el Gobierno debería hacer algo para no permitir que entren tantos productos de fuera, cuando los tenemos aquí; creo que cada uno de nosotros deberíamos exigir un letrero con el origen de las naranjas y comprar primero las de aquí, pues es una lástima que los productores tengan que estar recogiéndolas para tirarlas. Lo mismo ocurre con los plátanos de Canarias. No nos damos cuenta de que nosotros mismos nos tiramos la piedra a la cabeza si no apoyamos los productos de nuestro país, aunque sean un poco más caros. El mismo problema ocurre si no compramos las cosas en las tiendas de nuestro pueblo antes que en los de nuestra provincia, o en nuestra provincia antes que en el resto del país y sobre todo antes que por Internet, pues sí una tienda cierra en tu calle, no solo se queda sin trabajo su personal, sino el que le llevaba la administración, el que limpiaba la tienda, la peluquera o esteticién donde iba el personal de la tienda, etc., pues es una cadena, y entonces nosotros o nuestros hijos, familiares o amigos, nos estamos quedando sin empleo. En un pueblo sin tiendas, los pisos valen menos, los locales valen menos, etc.. Los pocos euros que parece que ahorramos por un lado, no los vamos a ganar por otro. Pensemos un poco, por favor, y hagamos un pequeño esfuerzo cada día.