Creo que la clase política y las empresas eléctricas se están cachondeando ya que en la semana más fría acabamos pagando la electricidad más cara. Ya está bien la broma. Tras la fuerte reacción ciudadana en contra de la subida del precio de la luz, el ministro de Energía Nadal no ha dudado en añadir más leña al fuego al advertir que el Gobierno estará atento a que “en río revuelto no se produzcan ganancias de pescadores”. El Estado español no se distingue precisamente por la defensa de los intereses de los consumidores, como si no fuera con él las competencias y la regulación del sector energético; y como si no conociera el ministro Nadal perfectamente quiénes son las empresas que generan y suministran la luz en España.

El episodio se ha zanjado con la promesa por parte del Gobierno de que se tomarán medidas (sin decir cuáles). La semana pasada el precio de la luz se disparó a un precio récord de 88 euros por megavatio y hora, máximo alcanzado en 2013. El Gobierno no actuará hasta que la presión de la calle sea insoportable.

Yo tengo las manos y los pies helados, “bañe arrautzak” erreten.