Qué fatiga y hartazgo me producen la falsa y mal intencionada cantinela de que todo lo que molesta es ETA, o el mantra de que todo lo malo viene de fuera. Opiniones que dan mucho juego, ya que buena parte de las personas que alardean con estos argumentos, no quieren dejar de tenerlos para perpetuar su relevancia, y saciar las ansias de una extrema derecha española, que sin su comodín preferido no serían nada y unos nacionalismos que sin el suyo, perdería sus pequeñas pero exclusivas parcelas de poder. Además, la mayoría de los voceros que argumentan estos discursos, no tienen ninguna sensibilidad con los problemas reales y palpables de la sociedad de hoy. Es como si en su imaginario político no les perjudica nada, fuera de sus temas estrella, y a las pruebas me remito.
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